El cacao, materia prima del chocolate, es uno de los cultivos más sensibles a las variaciones climáticas.
Temperaturas más altas, lluvias irregulares y la aparición de nuevas plagas amenazan la producción en regiones clave de África, América Latina y Asia. Ante este panorama, equipos científicos de diferentes países están trabajando para crear variedades de cacao resilientes, capaces de sobrevivir y prosperar en un planeta cambiante.
El cacao bajo presión climática
Más del 70 % del cacao mundial proviene de África Occidental, principalmente de Costa de Marfil y Ghana. Estos países ya reportan disminuciones en la productividad por la falta de lluvias regulares y el avance de enfermedades como la “escoba de bruja” y la moniliasis. En América Latina, regiones productoras como Ecuador, Colombia y Brasil enfrentan escenarios similares, con la diferencia de que su biodiversidad genética de cacao es mayor, lo que abre oportunidades de mejoramiento.
El cambio climático no solo afecta el rendimiento, sino también la calidad de los granos, determinante para la industria chocolatera. Sequías prolongadas alteran el contenido de azúcares y grasas, cambiando el sabor del producto final.
La genética como aliada
En Costa Rica, el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) lleva décadas preservando variedades nativas de cacao. En 2024 anunciaron la identificación de genes relacionados con tolerancia a sequía y resistencia a la enfermedad de la moniliasis, un hongo que ha diezmado cultivos en la región amazónica.
En Ghana, el Cocoa Research Institute colabora con laboratorios europeos en la secuenciación del genoma de diferentes variedades locales. El objetivo es crear una especie “climáticamente inteligente” que combine resistencia natural con alto rendimiento.
Por su parte, investigadores de la Universidad de Reading (Reino Unido) publicaron recientemente un modelo que predice qué zonas productoras de cacao podrán seguir siendo viables en 2050. Sus resultados muestran que, sin variedades resistentes, gran parte de África Occidental perderá su potencial agrícola.
Innovaciones en el manejo del cultivo
Además del trabajo genético, se están probando prácticas agrícolas innovadoras:
- Sistemas agroforestales donde el cacao crece bajo sombra de árboles nativos, lo que regula la temperatura y mejora la retención de agua.
- Uso de biofertilizantes microbianos, que fortalecen las raíces frente al estrés hídrico.
- Diversificación de cultivos: se combinan plátano, café y maderables para reducir la dependencia económica de una sola especie.
Estas técnicas buscan que el cacao no solo resista al clima, sino que también se produzca de manera más sostenible.
Un futuro incierto pero esperanzador
El chocolate, alimento cultural y económicamente vital, podría volverse un producto más escaso y costoso si la ciencia no logra adaptar el cacao al nuevo contexto climático. Sin embargo, los avances en biotecnología, conservación de germoplasma y prácticas agroecológicas ofrecen esperanza. El desafío será equilibrar productividad con diversidad genética, evitando que la búsqueda de resistencia derive en monocultivos frágiles.
En los próximos años, los consumidores podrían encontrar en el mercado chocolates etiquetados no solo por su origen, sino también por su carácter “climate-smart”, reflejando un esfuerzo global por mantener viva la dulzura del cacao en tiempos de crisis ambiental.
Referencias
- CATIE (2024). Genética de cacao tolerante a sequía y enfermedades.
- Cocoa Research Institute of Ghana (2023). Climate-resilient cocoa breeding programs.
- Bunn, C., Läderach, P., et al. (2023). Modeling future climate suitability for cocoa cultivation. University of Reading.
- FAO (2024). Cacao y cambio climático: desafíos y oportunidades.
