Un investigador de la Universidad de Wageningen ha propuesto sembrar cultivos de maíz con antagonistas de hongos patógenos antes de la cosecha en clima húmedo.
Se sabe que el cultivo del maíz es muy vulnerable a la contaminación por hongos toxigénicos y sus metabolitos secundarios llamados micotoxinas. Las micotoxinas tienen un impacto negativo en la salud humana, la productividad animal y las pérdidas económicas a lo largo de toda la cadena del maíz, desde el productor hasta el consumidor.
La formación de micotoxinas ocurre durante el cultivo de cultivos en el campo y durante el almacenamiento. Los hongos toxigénicos de campo incluyen predominantemente Fusarium y Aspergillus , que producen micotoxinas peligrosas.
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En el campo, las condiciones predisponentes que conducen al crecimiento del hongo son la temperatura y la humedad altas, la fertilidad del suelo deficiente, la sequía y el daño por insectos, y las lluvias no estacionales durante la cosecha.
El investigador Bwalya Katati describió su enfoque innovador para proteger el maíz de las infecciones fúngicas previas a la cosecha en un artículo publicado en el portal www.wur.nl.
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“Los hongos están ampliamente distribuidos en la naturaleza e infectan varios cultivos agrícolas. He investigado el espectro de hongos que infectan el maíz antes de la cosecha en el campo, dependiendo de varios patrones de lluvia.
Los hongos fueron dominados por Sarocladium y Fusarium . Los niveles más altos de Sarocladium resonaron con los niveles más bajos tanto de Fusarium como de su metabolito cancerígeno Fumonisina-B1 en el maíz.
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Además, investigué la diversidad de la sección Aspergillus Flavi (Flavi), de las cuales se sabe que algunas especies de hongos producen aflatoxinas cancerígenas que contaminan los cultivos, mientras que otras no.
En estudios de laboratorio, un antioxidante (selenio) promovió una mejor esporulación de Flavi atoxigénicos (que no producen aflatoxinas) que sus homólogos toxigénicos (que producen aflatoxinas), y evitó picos en la producción de aflatoxinas.
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En general, los resultados apuntan a dos perspectivas para el maíz de precosecha:
1) prevención de la reproducción de Fusarium por cepas no patógenas de Sarocladium para combatir las fumonisinas;
2) prevenir los picos de aflatoxinas en el maíz con un antioxidante mientras se promueve una ventaja competitiva de crecimiento de Flavi atoxigénico versus contrapartes toxigénicas para el control de aflatoxinas”.
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(Fuente: www.wur.nl).
