La agricultura regenerativa se destaca como un enfoque transformador para la agricultura ecológica y la recuperación del suelo.


Una nueva revisión crítica, publicada en la revista CABI Agriculture and Bioscience , destaca el surgimiento y la base científica de la agricultura regenerativa, proponiendo una definición de trabajo centrada en los ciclos ecológicos y los resultados de los sistemas agrícolas.


por CABI


El Dr. Nicholas Bardsley, autor del artículo del Departamento de Economía y Marketing Agroalimentario de la Universidad de Reading, sugiere que, a medida que la agricultura mundial enfrenta una degradación del suelo cada vez más intensa, la alteración del clima y el colapso ecológico, es necesario realizar una reevaluación más profunda de cómo se producen los alimentos y de lo que significa cultivar de forma regenerativa.

Basándose en ciencia revisada por pares, literatura gris, perspectivas de profesionales y la ecología del suelo más reciente, la revisión examina el auge de la agricultura regenerativa (AR) y su potencial para transformar los sistemas agrícolas de extractivos a restaurativos.

La revisión ofrece una evaluación crítica pero constructiva de las prácticas, definiciones y base de evidencia de RA , posicionándolo como un movimiento liderado por los agricultores, centrado en el suelo y basado en los principios de la restauración ecológica.

Redefiniendo la agricultura regenerativa

Si bien la agricultura regenerativa está ganando terreno a nivel mundial, su definición sigue siendo controvertida, según sugiere el Dr. Bardsley en la revisión. Bardsley postula que se trata de una agricultura orientada a aprovechar y mejorar los ciclos naturales de nutrientes, carbono e hidrología para beneficio agrícola.

Esto se basa en investigaciones con agricultores que se identifican como RA, así como en la literatura sobre edafología y la teoría agroecológica. En lugar de prescribir métodos específicos, se centra en resultados observables (mejora de la función del suelo, actividad biológica y resiliencia), lo que permite flexibilidad en distintos contextos agrícolas.

Fundamentos científicos y el suelo como sistema vivo

La revisión sintetiza los nuevos conocimientos de la edafología que desafían los modelos convencionales de formación y fertilidad del suelo. Si bien a menudo se asume que la degradación del suelo es irreversible, evidencia reciente demuestra que los procesos biológicos , en particular los impulsados ​​por las interacciones entre plantas y microbios, pueden reconstruir la materia orgánica y la estructura del suelo mucho más rápido de lo que se creía.

Se sugiere que las prácticas de RA (como cultivos de cobertura, labranza cero o mínima, integración de ganado e insumos biológicos) aprovechen estos procesos, permitiendo la regeneración de la «red alimentaria del suelo» y la reactivación de los ciclos de nutrientes y agua.

Los agricultores regenerativos no sólo conservan lo que queda, sino que se esfuerzan por reconstruir lo que se ha perdido, destaca el estudio.

cobeneficios ecológicos y sociales

De hecho, el estudio describe una serie de cobeneficios asociados con la agricultura regenerativa, entre los que se incluyen una mayor captura de carbono y una posible mitigación del cambio climático; una menor dependencia de insumos sintéticos, lo que reduce las emisiones y la contaminación; la restauración de la biodiversidad, tanto por encima como por debajo del suelo; una mayor resiliencia a la sequía, las enfermedades y la volatilidad económica; y posibles beneficios para la salud pública mediante una mejor calidad de los cultivos y la exposición al microbioma del suelo.

La revisión destaca el creciente interés científico en los vínculos entre la salud del suelo, la densidad de nutrientes de los cultivos y los resultados en la salud humana, lo que resalta el potencial de la AR para contribuir a objetivos públicos más amplios.

Desafíos para la adopción y puntos ciegos de las políticas

A pesar de su potencial, el artículo destaca las barreras sistémicas que impiden una mayor adopción de la AR. Estas incluyen la falta de financiación pública a largo plazo para la investigación en ensayos a nivel de sistemas, concepciones limitadas de la práctica basada en la evidencia y marcos de políticas —como el programa de Gestión Ambiental del Territorio del Reino Unido— que no incentivan un cambio integral.

Se critica la certificación y los enfoques de mercado por el riesgo de lavado de imagen ecológico, y la revisión advierte que la apropiación de la etiqueta «regenerativa» podría debilitar su integridad ecológica. Se insta al apoyo y la experimentación local, priorizando el conocimiento de los agricultores y el monitoreo ecológico.

¿Un nuevo paradigma?

La revisión sugiere que la agricultura regenerativa no es un conjunto de ajustes técnicos, sino un nuevo paradigma basado en el pensamiento sistémico y la reciprocidad ecológica. Al reconocer los procesos vivos como fundamentales para la regeneración del suelo, la AR desafía los supuestos dominantes tanto en la ciencia como en las políticas.

El documento concluye instando a los financiadores, investigadores e instituciones a invertir en investigaciones a nivel de sistemas que reflejen la complejidad de los ecosistemas agrícolas y a centrar a los agricultores regenerativos como agentes de conocimiento e innovación ecológicos.

Más información: Agricultura Regenerativa: su significado, fundamento, posibles beneficios y relación con las políticas, CABI Agricultura y Biociencia (2025). DOI: 10.1079/ab.2025.0062 www.cabidigitallibrary.org/doi/10.1079/ab.2025.006


Título
Miniatura
Jobe's Organics
Precio
US$13.99
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