Peonía arbórea vs herbácea: cultivo y combinación

Las peonías (Paeonia spp.) son consideradas entre las flores más elegantes del jardín, muy valoradas en Asia y Europa desde hace siglos. Sin embargo, no todas son iguales: existen peonías arbóreas y peonías herbáceas, que difieren no solo en su morfología, sino también en sus requerimientos de cultivo, longevidad y posibilidades de combinación paisajística.

Redacción Noticias de la Tierra

Conocer estas diferencias permite al jardinero aprovechar mejor su potencial ornamental y evitar problemas de degeneración en los ejemplares.

Diferencias principales entre peonía arbórea y peonía herbácea

Estructura y porte
- Peonía arbórea (Paeonia suffruticosa): desarrolla tallos leñosos que permanecen visibles todo el año. Su porte es arbustivo, alcanzando entre 1 y 2 metros de altura.
- Peonía herbácea (Paeonia lactiflora y afines): sus tallos son blandos y mueren en invierno, rebrotando cada primavera desde la base. La altura rara vez supera los 90 cm.
Floración
- Arbórea: produce flores grandes y espectaculares, generalmente a finales de primavera, con pétalos más delicados y fragancias intensas.
- Herbácea: florece ligeramente más tarde, con flores compactas, duraderas y en una amplia gama de colores.
Longevidad y mantenimiento
- Arbórea: puede vivir varias décadas, incluso más de 50 años, si se cuida adecuadamente.
- Herbácea: también es longeva, pero requiere división de matas cada cierto tiempo para mantener la floración vigorosa.

Cómo cultivar cada tipo

Suelo y ubicación: ambas prefieren suelos fértiles, profundos, bien drenados y con pH neutro a ligeramente alcalino. El pleno sol es ideal, aunque agradecen sombra ligera en climas muy cálidos.
Plantación:
- Arbóreas: se plantan más profundas, con la unión de injerto a unos 10–15 cm bajo el nivel del suelo.
- Herbáceas: los ojos de crecimiento deben quedar apenas 3–5 cm bajo la superficie.
Riego: moderado, evitando el encharcamiento.
Fertilización: abonos ricos en fósforo y potasio favorecen la floración; evitar el exceso de nitrógeno, que induce follaje abundante pero pocas flores.

Cómo evitar la degeneración

Peonías arbóreas: la degeneración ocurre cuando el injerto emite brotes débiles o si se dañan las raíces principales. Conviene eliminar los brotes basales no deseados y controlar plagas como nematodos o podredumbres fúngicas.
Peonías herbáceas: la pérdida de vigor se corrige dividiendo y replantando la mata cada 8–10 años. La división debe hacerse en otoño, asegurando al menos 3–5 yemas por fragmento.
Prevención general: rotación del lugar de cultivo, evitar suelos saturados y proteger contra hongos (botritis).

Cómo combinar en el jardín

La coexistencia de ambos tipos de peonía ofrece un efecto visual de continuidad:

Las arbóreas, con su porte elevado y tallos permanentes, se ubican como fondo estructural.
Las herbáceas, más bajas, funcionan como tapiz floral que complementa el volumen.
Una combinación clásica en jardines orientales es mezclar arbóreas de flores grandes con herbáceas de tonos contrastantes, logrando una floración escalonada desde mediados de primavera hasta inicios del verano.

Además, se integran bien con iris, lirios, lilas, hostas y arbustos de follaje decorativo, aportando equilibrio entre color y textura.

Conclusión

Las peonías, sean arbóreas o herbáceas, son una joya de la jardinería. Conociendo sus diferencias y necesidades específicas, es posible cultivar plantas longevas, saludables y capaces de aportar espectáculos florales cada año. La clave está en la plantación correcta, el mantenimiento periódico y la combinación inteligente en el diseño del jardín.