Estados Unidos está tomando medidas para otorgar protección federal a la mariposa monarca, una especie que alguna vez fue común y reconocible por sus llamativos patrones negros y naranjas, pero que ha enfrentado una dramática disminución de su población en las últimas décadas.
El Servicio de Pesca y Vida Silvestre dijo el martes que ha iniciado un período de comentarios públicos para considerar la inclusión del insecto en la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Pero la inminente presidencia de Donald Trump, que eliminó numerosas protecciones a la vida silvestre durante su primer mandato, genera incertidumbre sobre la decisión.
«La icónica mariposa monarca es apreciada en toda América del Norte y cautiva a niños y adultos durante su fascinante ciclo de vida», afirmó la directora del FWS, Martha Williams, en un comunicado.
«A pesar de su fragilidad, es notablemente resistente, como muchas cosas en la naturaleza cuando les damos una oportunidad».
La propuesta de inclusión en la lista llega en un momento crítico para la especie, que está designada como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza desde 2022.
Las monarcas se dividen en dos poblaciones migratorias en América del Norte. El grupo oriental, más grande, ha disminuido aproximadamente un 80 por ciento desde la década de 1980, mientras que la población occidental se ha desplomado un 95 por ciento.
Según el FWS, la especie enfrenta una serie de amenazas, incluida la pérdida y degradación de sus hábitats de reproducción, migración e invernada, la exposición a insecticidas y los crecientes impactos del cambio climático.
Como parte de sus esfuerzos de conservación, el FWS también recomienda la designación de hábitats críticos en sitios específicos de hibernación a lo largo de la costa de California. Estos hábitats sirven como refugios invernales vitales, brindando a las mariposas monarca los recursos necesarios para descansar y prepararse para la reproducción de primavera.
«El hecho de que una mariposa tan extendida y querida como la monarca sea ahora el rostro de la crisis de extinción es una señal de socorro trinacional que nos advierte que cuidemos mejor el medio ambiente que todos compartimos», dijo Tierra Curry, científica principal del Centro para la Diversidad Biológica.
«Durante treinta años hemos visto cómo se desplomaba la población de mariposas monarca. Está claro que las mariposas monarca no pueden prosperar, y es posible que no sobrevivan, sin protección federal», añadió Dan Ritzman, director de conservación del Sierra Club.
A la Ley de Especies en Peligro de Extinción de 1973 se le atribuye ampliamente el mérito de haber salvado especies estadounidenses emblemáticas como el lobo gris , el águila calva y el oso pardo.
Sin embargo, durante la primera administración de Trump, se debilitaron disposiciones clave de la ley. Estos cambios, que luego revirtió el presidente Joe Biden, incluyeron medidas que permitieron proyectos industriales como carreteras, oleoductos y minas en áreas designadas como hábitat crítico para especies vulnerables .
La administración de Trump también eliminó las protecciones de especies en peligro de extinción para los lobos grises en la mayor parte de Estados Unidos y redujo el hábitat crítico designado para los búhos moteados del norte.
