En su finca del sur de España, Francisco Campos mira con preocupación un mar verde de olivos centenarios que teme serán talados para dar paso a un proyecto de parque solar.

por Rosa SULLEIRO
«Talar olivos para instalar paneles solares es un delito», declaró a la AFP este agricultor de 64 años en Lopera, un pueblo de casas encaladas con 3.600 habitantes en la soleada región del sur de Andalucía, el corazón olivarero de España.
España es el principal productor mundial de aceite de oliva, pero las fértiles tierras agrícolas utilizadas durante mucho tiempo por los productores de aceitunas ahora tienen una gran demanda por parte de empresas energéticas que buscan instalar parques solares.
Y con casi 3.000 horas de sol al año, Andalucía es una de las regiones españolas con mayor número de paneles solares, ya que el auge de las renovables convierte al país en líder europeo en energía verde .
Empresas de energía renovable como Greenalia y FRV Arroyadas han solicitado permiso para construir múltiples parques solares cerca de Lopera, lo que, según los agricultores, afectará hasta 1.000 hectáreas (2.500 acres) de propiedad.
Las empresas negociaron acuerdos para arrendar la mayor parte de la tierra necesaria para sus proyectos, pero encontraron una oposición significativa por parte de cientos de pequeños terratenientes.
Esto llevó al gobierno regional de Andalucía a anunciar que expropiará algunos terrenos necesarios para las plantas, declarándolas de «utilidad pública».
«¿Es de interés público que me quiten mi tierra y se la den a una empresa para que esta se lucre? Esto no nos beneficia en absoluto», dijo Campos.
«Nuestra forma de vida va a ser destruida», añadió.

‘De nuestros antepasados’
Los activistas predicen que los ocho proyectos solares planificados para la zona requerirán la eliminación de casi 100.000 olivos.
El Gobierno regional sitúa la cifra significativamente más baja, en 13.000.
Los residentes locales anticiparon que las compañías eléctricas buscarían instalar paneles solares en el área, pero nunca imaginaron que «vendrían y les quitarían sus propiedades», dijo Rafael Alcalá, portavoz de una plataforma que representa a los opositores de las plantas solares.
En apoyo de los terratenientes afectados por la última ronda de expropiaciones, decenas de agricultores en tractores, algunos con carteles que decían «No queremos plantas solares», se reunieron una mañana reciente en las afueras de Lopera.
«Estas tierras son de nuestros antepasados. ¿Qué les voy a dejar ahora a mis hijos?», preguntó María Josefa Palomo, una jubilada de 67 años, durante la protesta.
La pérdida de 500 hectáreas de olivares eliminaría más de dos millones de euros (2,3 millones de dólares) en ingresos anuales, según la cooperativa local de aceite de oliva La Loperana.
Los activistas afirman que ya se han arrancado 5.000 olivos de las tierras de un agricultor de Lopera que firmó un acuerdo con una de las empresas promotoras de un parque solar. Podrían arrancarse más.
En un esfuerzo por detener los proyectos, los opositores han presentado demandas contra el gobierno regional y las empresas involucradas.

‘Hasta el final’
España generó un récord del 56,8% de su electricidad el año pasado a partir de fuentes renovables como la eólica y la solar, según el operador de la red eléctrica Red Eléctrica.
Aprovechando sus llanuras soleadas, sus laderas ventosas y sus ríos de caudal rápido, España pretende aumentar la cuota de electricidad generada a partir de fuentes renovables al 81% del total en 2030 como parte de los esfuerzos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El gobierno regional ha defendido los proyectos de energías renovables, afirmando que menos del 1% de las tierras que utilizan en la región tuvieron que ser expropiadas a terratenientes renuentes.
El grupo de la industria solar española UNEF, que representa a más de 800 empresas, dice que los proyectos aumentan los ingresos fiscales en las comunidades rurales.
Generan «cantidades importantes» que pueden destinarse a mejorar los servicios públicos, afirmó el titular de la UNEF, José Donoso.
Los opositores al parque solar en Lopera no están de acuerdo y prometen continuar su lucha.
«Hasta el final. Nadie nos va a quitar lo que es nuestro», dijo Juan Cantera, un agricultor de 28 años.
“El aceite de oliva lo es todo en Lopera”.
