Estudio en profundidad de la biodiversidad del hongo causante de la antracnosis del olivo


El Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba lidera un estudio internacional en el que se están entendiendo las diferentes especies del patógeno gracias a muestras recolectadas a lo largo de 25 años.


por la Universidad de Córdoba


El olivo es uno de los cultivos leñosos más importantes del mundo, su superficie cultivada ocupa más de 11 millones de hectáreas (FAO, 2019). Por su importancia económica, social y cultural, el estudio de los patógenos que afectan al árbol y su fruto es fundamental para encontrar métodos de control que eviten daños.

Entre las enfermedades foliares que afectan al olivo , la antracnosis se considera una de las más importantes. Esta enfermedad, conocida popularmente como cancros, es causada por especies de hongos del género Colletotrichum y causa grandes pérdidas en el rendimiento de frutos y calidad del aceite durante los años epidémicos.

Así, un equipo de la Unidad de Excelencia María de Maeztu — Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (DAUCO) ha realizado un estudio internacional con la caracterización específica de una colección de 185 aislamientos de Colletotrichum (muestras extraídas de olivos con síntomas de antracnosis y que contiene el organismo puro) de varios enclaves alrededor del mundo.

Anteriormente, se sabía que solo dos especies complejas del género Colletotrichum causaban antracnosis del olivo, pero, después de varias revisiones taxonómicas, se han distinguido hasta 18 especies del hongo asociado con la enfermedad en todo el mundo. Con el objetivo de obtener un conocimiento más profundo de la biología del patógeno y, así, poder seleccionar las medidas de control más efectivas contra él, este equipo de DAUCO ha caracterizado la recolección de aislamientos de Colletotrichum obtenidos a lo largo de 25 años de trabajo, y con muestras no solo de España, sino también de Australia, Brasil, California, Grecia, Italia, Portugal, Túnez y Uruguay; así como otros huéspedes susceptibles a la enfermedad, como almendras, fresas, naranjas y pistachos.

En el estudio, liderado por los investigadores del Departamento de Agronomía de la UCO Juan Moral, Carlos Agustí y Antonio Trapero “se ha realizado una caracterización fenotípica, molecular y patogénica, siendo la caracterización molecular la decisiva para la identificación de la especie”. explicó Antonio Trapero. “En el caso de Colletotrichum, sus características morfológicas no nos permiten diferenciar entre distintas especies, por lo que debemos recurrir a secuencias de ADN que nos digan qué tan similares son unos aislados a otros”, añade Juan Moral, para poder clasificar ellos por especies filogenéticas.

Después de utilizar 7 regiones genéticas específicas para esta identificación, se identificaron 12 especies de Colletotrichum en la colección estudiada, estableciendo las especies más extendidas en España, Grecia, Túnez, Portugal y California. En estas zonas productoras suele haber una especie dominante y una o dos más secundarias. La mayor diversidad de especies se encontró en Australia, con 8 especies diferentes de Colletotrichum.

En Andalucía la especie mayoritaria es Colletotrichumgodetiae, y se ha observado que está particularmente especializada en olivos, posiblemente debido a una interacción continua olivo-patógeno.

El estudio también ha encontrado diferencias significativas en la virulencia de la enfermedad en el cultivo según la especie y el origen del huésped. “Hemos visto diferencias en la sensibilidad a los fungicidas entre especies, y cuando inoculamos diferentes variedades, también se encuentran diferencias en la virulencia entre estos aislamientos”, enfatizó Antonio Trapero. Además, “tener aislamientos de muchos países muestra cómo incluso los aislamientos de una misma especie se comportan de manera diferente según la zona geográfica de donde proceden”, precisó Carlos Agustí.

Con este nuevo estudio, por tanto, se abre otra ventana de conocimiento sobre la biología de los agentes causales de la antracnosis en el olivo, que allanará el camino para avanzar en la creación de métodos de control más efectivos.