Hungría ha detectado su primer brote de fiebre aftosa en más de 50 años, en una granja de ganado cerca de la frontera con Eslovaquia, informó el viernes la agencia nacional de seguridad alimentaria.

La fiebre aftosa es una infección viral altamente contagiosa que no es peligrosa para los humanos pero que afecta al ganado y a otros animales de pezuña hendida, incluidos las ovejas y los cerdos.
Los síntomas incluyen fiebre y ampollas en la boca y cerca de la pezuña.
En enero, Alemania informó de casos de fiebre aftosa en una granja de búfalos de agua de Berlín, el primer brote en la Unión Europea desde 2011, lo que llevó a varios países a detener las importaciones de carne alemana.
La Oficina Nacional de Seguridad de la Cadena Alimentaria de Hungría dijo que el caso de fiebre aftosa del país se localizó en Kisbajcs, una ciudad del noroeste justo al lado de Eslovaquia.
«Una explotación con 1.400 cabezas de ganado presentó a principios de marzo los síntomas clásicos de la fiebre aftosa», indicó en un comunicado.
Después de que las pruebas de laboratorio confirmaran la presencia del patógeno, el Director Veterinario Jefe de Hungría ordenó el cierre de la granja, el sacrificio de su ganado y una investigación epidemiológica.
«Para evitar una mayor propagación de la enfermedad, se han adoptado medidas oficiales extremadamente estrictas, incluida la prohibición del movimiento de especies susceptibles y sus productos», añade el comunicado.
En un brote anterior en Europa, más de 2.000 animales fueron sacrificados para controlar la enfermedad en el Reino Unido después de una serie de casos en 2007, según el gobierno británico.
En 2011, cientos de animales fueron sacrificados en Bulgaria después de un brote allí.
