Un proyecto a gran escala para regar cultivos con aguas residuales municipales tratadas involucra a 16 socios de Portugal, España, Francia y Andorra. El proyecto está previsto que se prolongue hasta 2026, su presupuesto es de más de 2,2 millones de euros, de los cuales el 75% está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER.
Los recursos hídricos están bajo presión en todo el mundo, lo que provoca escasez y deterioro de la calidad del agua dulce. Según las directivas europeas, la presión sobre los recursos hídricos en las zonas urbanas debería reducirse incrementando el uso de aguas residuales tratadas, también para la agricultura. El uso de agua regenerada para riego agrícola es de especial interés debido a las condiciones de sequía observadas en Europa en los últimos años.
El riego con recursos hídricos no tradicionales, como aguas residuales municipales tratadas, puede reducir el uso de fertilizantes minerales y al mismo tiempo conservar los suministros de agua potable.
El valor fertilizante de las aguas residuales ha sido demostrado en numerosos estudios, en los que dicho riego no produjo cambios notables en las propiedades físicas y químicas del suelo, ni tampoco riesgos de destrucción de la estructura del suelo en comparación con el riego con agua ordinaria. Además, el uso de aguas residuales tratadas para el riego agrícola puede ayudar a restaurar los nutrientes (N y P) a los ciclos biogeoquímicos naturales.
En Portugal, la Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro (UTAD) en Vila Real realizará una prueba piloto en 2025 para evaluar el riego de olivares con aguas residuales urbanas tratadas, en el marco del proyecto europeo I-ReWater.
I-ReWater tiene como objetivo mejorar la gestión del agua en la agricultura integrando el uso de aguas residuales municipales tratadas en el riego agrícola y, entre otras cosas, dará como resultado la presentación de una “Estrategia para el uso de agua regenerada en el riego en la región SUDOE (Suroeste de Europa)” y la creación de una plataforma en Internet de libre acceso.
El objetivo es promover la gestión sostenible del agua y la adaptación al cambio climático.
El proyecto está respaldado técnicamente por 15 pruebas piloto realizadas en diferentes puntos de España, Portugal y Francia. En concreto, se están llevando a cabo 13 ensayos en cultivos arbóreos (lúpulo, almendro, olivar y viñedo) y dos en cultivos hortícolas (tomate industrial y sandía), en los que se analizarán los resultados a todos los niveles: agronómico, social y ambiental.
La UTAD es responsable de llevar a cabo el experimento en olivares de Portugal; Este trabajo será realizado por el Departamento de Agronomía de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Veterinarias, bajo la dirección de la profesora Anabela Silva.
La UTAD explicó que el objetivo de las pruebas, que se realizarán en mayo, junio y octubre, es evaluar el uso del “nuevo recurso hídrico” en el riego del olivar.
Para comparar el comportamiento fisiológico de las plantas, se utilizarán dos tipos de agua: aguas residuales municipales (clase C) procedentes de una planta de tratamiento adaptada por Aguas do Norte (socio tecnológico de UTAD), y agua normal procedente de un estanque ubicado en el olivar de un agricultor participante en el proyecto. Ambos tipos de agua se suministrarán mediante un sistema de riego por goteo.
Además, UTAD está planeando un taller de capacitación sobre la instalación de sensores principales y de suelo para monitorear el riego con aguas residuales municipales tratadas. La formación será impartida por especialistas de LabFerrer, fabricante de Lleida (Cataluña), con el apoyo del Centro de Investigación y Tecnología Agroecológica y Biológica (CITAB). También se realizará una degustación de cerveza elaborada con lúpulo regado con agua de ciudad reutilizada en las regiones piloto de Galicia y Castilla y León (España).
Fuente: UTAD.
