Dos técnicas tradicionales de poda enfrentan criterios entre expertos: cada una tiene ventajas según el objetivo, la edad del árbol y su estado sanitario
Redacción Mundo Agropecuario
La poda es uno de los procedimientos más importantes en el manejo de frutales, tanto para estimular la producción como para conservar la salud del árbol. En el mundo de la horticultura, pocas discusiones son tan frecuentes como la que enfrenta a quienes defienden la poda “al anillo” y a los que prefieren la poda “al muñón” (también llamada “al tocón”). Un reciente artículo publicado por la revista agrícola rusa Agromir XXI analiza a fondo ambas técnicas y explica cuándo conviene aplicar cada una.
Dos filosofías de corte
La poda “al anillo” consiste en eliminar por completo una rama justo donde se une con el tronco o una rama principal, siguiendo el pequeño abultamiento natural —el llamado “anillo de crecimiento”— que marca el límite entre ambas partes. Si el corte se realiza correctamente, el árbol cicatriza rápidamente, evitando la acumulación de humedad y reduciendo el riesgo de infecciones.
En cambio, la poda “al muñón” implica dejar un pequeño segmento de la rama, de unos pocos centímetros, después del punto de unión. Aunque visualmente puede parecer menos limpia, esta técnica estimula la brotación de nuevos vástagos desde la base del corte y se utiliza principalmente para rejuvenecer árboles viejos o debilitados.
Ventajas y limitaciones de cada método
Los especialistas citados por Agromir XXI explican que la poda “al anillo” es ideal para eliminar ramas secas, enfermas o mal ubicadas, ya que evita que el árbol gaste energía en tejidos improductivos. Además, al permitir un cierre rápido de la herida, minimiza la entrada de hongos y bacterias.
Sin embargo, esta técnica no favorece la regeneración de nuevas ramas, por lo que no se recomienda en procesos de renovación o formación de copas jóvenes. En esos casos, la poda “al muñón” ofrece una ventaja clara: al dejar un pequeño trozo de madera viva, el árbol activa yemas latentes, generando brotes que con el tiempo pueden sustituir ramas envejecidas.
El inconveniente de esta última es que los tocones pueden retener humedad y convertirse en punto de entrada de patógenos si no se sellan adecuadamente o si la madera no se seca de manera natural.
Cómo elegir la técnica adecuada
Según los expertos de la publicación rusa, la decisión depende del propósito de la poda y del estado del árbol. En árboles jóvenes y vigorosos, la poda “al anillo” permite definir una estructura sólida y equilibrada. En cambio, en ejemplares adultos o descuidados, la poda “al muñón” resulta más eficaz para estimular el rebrote y prolongar la vida productiva del frutal.
También influyen factores como la especie, el clima y la época del año. En regiones frías, donde la cicatrización es lenta, conviene evitar cortes excesivamente grandes y aplicar pasta protectora en las heridas.
Recomendaciones prácticas
Los especialistas aconsejan realizar los cortes con herramientas bien afiladas, evitando desgarrar la corteza. En la poda “al anillo”, el corte debe hacerse ligeramente inclinado, siguiendo el contorno natural del anillo, sin dañar el tronco. En la poda “al muñón”, el tocón no debe superar los 3 a 5 centímetros, y debe vigilarse su evolución durante la temporada siguiente.
También recomiendan desinfectar las herramientas entre árbol y árbol para prevenir la propagación de enfermedades, y planificar la poda en periodos de descanso vegetativo o a comienzos de la primavera.
La importancia de entender la biología del árbol
Detrás de cada corte hay un proceso fisiológico complejo. Al eliminar una rama, el árbol redirige su flujo de savia y sus reservas de nutrientes. Una poda bien planificada favorece la formación de madera nueva, la floración equilibrada y la producción de frutos de calidad. Pero un corte mal ejecutado puede debilitar el árbol durante años.
El artículo de Agromir XXI subraya que no existe una técnica universalmente “mejor”: cada método cumple su función dentro del manejo integral del huerto. Lo esencial es conocer la edad del árbol, su vigor y el propósito de la poda antes de elegir la estrategia adecuada.
Equilibrio entre estética y productividad
Más allá de la técnica, los expertos coinciden en que el objetivo final es mantener árboles bien formados, productivos y sanos. Una poda correcta mejora la aireación, facilita la penetración de la luz solar y reduce la aparición de plagas. En definitiva, es una herramienta clave para la longevidad del huerto y la calidad de la cosecha.
En palabras de los agrónomos consultados, “el arte de la poda combina ciencia y experiencia: cada corte debe responder a una necesidad biológica, no a la costumbre”.
Referencias
Artículo basado en el artículo publicado en Agromir XXI (Rusia).
- Agromir XXI. (2025). Что такое обрезка плодовых на пенек и на кольцо: какая лучше. https://www.agroxxi.ru/zhurnal-agromir-xxi/stati-rastenievodstvo/chto-takoe-obrezka-plodovyh-na-penek-i-na-kolco-kakaja-luchshe.html