Dos mutaciones en el gen del receptor de melanocortina 2, que está involucrado en la producción de la hormona del estrés cortisol, pueden haber jugado un papel en la domesticación de los perros al permitirles desarrollar habilidades cognitivas sociales para interactuar y comunicarse con los humanos. Los hallazgos se publican en Scientific Reports .
por Nature Publishing Group
Los cambios en diferentes genes , que generalmente controlan las hormonas que influyen en el comportamiento social , se han implicado en la domesticación de los perros, pero no se ha establecido con precisión qué cambios genéticos podrían haber tenido lugar.
Miho Nagasawa y sus colegas investigaron las interacciones cognitivas sociales de 624 perros domésticos mediante dos tareas. En la primera tarea, el perro tenía que decidir qué cuenco tenía comida escondida debajo basándose en señales, como mirar, señalar y tocar, de los experimentadores. Esto puso a prueba la comprensión del perro de los gestos humanos y la comunicación.
En la segunda tarea, se le presentó al perro una prueba de resolución de problemas, en la que intentaba abrir un recipiente para acceder a la comida. En esta tarea se midió la frecuencia y el tiempo que el perro pasaba mirando a los experimentadores, lo que representaba el apego social a los humanos. Los autores separaron a los perros en dos grupos según su raza: el grupo Antiguo (que consta de razas consideradas genéticamente más cercanas a los lobos, como Akita y Siberian Husky) y el grupo General (todas las demás razas genéticamente más distantes de los lobos).
Los autores informan que los perros del grupo Antiguo miraban a los experimentadores con menos frecuencia que otros perros durante la tarea de resolución de problemas, lo que sugiere que estaban menos apegados a los humanos. No hubo diferencias significativas relacionadas con la raza en la primera tarea.
Luego, los autores buscaron diferencias en los genes asociados con las capacidades cognitivas relacionadas con los humanos entre los grupos Antiguo y General, incluidos los genes para la oxitocina (OT), el receptor de oxitocina (OTR), el receptor de melanocortina 2 (MC2R) y un gen llamado WBSCR17 que es implicado con el síndrome de Williams-Beuren (caracterizado por un comportamiento hipersocial) en humanos. Dos cambios en el gen MC2R se asociaron tanto con la interpretación correcta de los gestos en la primera tarea como con la observación más frecuente de los experimentadores en la tarea de resolución de problemas.
Los autores sugieren que estos hallazgos implican que MC2R puede haber desempeñado un papel en la domesticación de perros, tal vez al promover niveles más bajos de estrés en los humanos.