Aunque muchos consideran que la caña es sólo una planta de pantano, felizmente se instala en los pastos y seca el suelo bombeando agua.
Por lo tanto, las cañas de campo se eliminan con herbicidas, lo que cuesta un centavo. En Irlanda, donde la fiebre del campo es un problema común, están buscando un nuevo enfoque para la maleza.
Mundo Agropecuario ha leído el artículo de Rubina Freiberg, publicado en el portal Agriland.ie, que analiza nuevas formas de procesar cañas de campo : “En Irlanda, el proyecto EIP-Agri “De la biomasa al biocarbón para la bioeconomía agrícola” está siendo implementado bajo el liderazgo del especialista Bernard Carey. El objetivo del proyecto es establecer la producción de biocarbón y ayudar a los agricultores a pasar de rociar malezas con herbicidas a cortarlas, procesarlas, usarlas en sus granjas o venderlas.
El biocarbón, una sustancia similar al carbón vegetal, se ofrece como aditivo para piensos, componente de una planta de biogás y revestimiento de fertilizantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Como parte del proyecto de cuatro años en el condado de Clare, los participantes cortaron campos de juncos silvestres que también contenían helechos y vegetación arbustiva como el avellano. Una unidad móvil de quema de material vegetal se acercaba al campo. A través de un proceso llamado pirólisis, la biomasa como los juncos, los helechos y la vegetación arbustiva se calentaron en un ambiente con poco oxígeno a temperaturas que oscilaban entre 400 y 800 grados.
La máquina de pirólisis móvil mostró una eficiencia de procesamiento alta y rápida, después de lo cual el biocarbón resultante se probó en varias aplicaciones.
Primero, agregado a los tanques de lodo en una prueba de dos meses, el estudio de laboratorio mostró la reducción de metano más prometedora del 33% en comparación con otras biomasas.
En segundo lugar, añadido al ensilaje: según los resultados, el biocarbón de caña aumentó la eficiencia alimenticia, redujo las emisiones de gases de efecto invernadero y también absorbió toxinas y enzimas patógenas en el rumen y los intestinos del ganado.
En tercer lugar, cuando se utilizó biocarbón para recubrir el fertilizante de urea, en un estudio de campo, el fertilizante nitrogenado en una cápsula de caña mostró una reducción de las emisiones de amoníaco en comparación con el fertilizante nitrogenado convencional.
Una cuarta aplicación fue la adición de biocarbón al compost, donde de manera similar contribuyó a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En el quinto método de procesamiento de cañas de campo, no se utilizó una máquina de pirólisis, sino que se descascararon y se prensaron en fardos sobre ropa de cama. Después de calcular el coste de venta de fardos de caña, se concluyó que este método puede costar desde 10 euros hasta 20 euros.
Según el director del proyecto, con un sistema de este tipo será posible gestionar la biomasa de malas hierbas sin herbicidas y obtener un valor añadido al limpiar las praderas. Hay planes para exportar biocarbón o fardos de caña desde el oeste de Irlanda, donde abundan los juncos, a la costa este, donde la maleza es escasa. La investigación continuará».
(Fuente: www.agriland.ie. Autor: Rubina Freiberg.)