¿Sabía usted? El fósforo y las interacciones nutritivas


Pedro Raúl Solórzano Peraza


Para que las plantas dispongan de suficiente P para cubrir sus requerimientos, en el suelo debe existir una adecuada cantidad de este nutriente en forma disponible, soluble, ya que de lo contrario pueden manifestarse situaciones de deficiencia que afectarían los rendimientos de los cultivos. Pero también los excesos de P soluble en el suelo pueden afectar su aprovechamiento o el aprovechamiento de otros nutrientes esenciales, ya que pueden ocurrir interacciones entre nutrientes.

Las interacciones nutritivas se definen de la siguiente manera:

-Una influencia, una acción mutua o recíproca, de un elemento sobre otro en relación al crecimiento de la planta.

-La respuesta diferente a un elemento en combinación con variados niveles de otro elemento aplicados simultáneamente; es decir, los dos elementos se combinan para producir un efecto positivo o negativo que no ocurriría con cada uno de ellos en forma aislada.

El fósforo es uno de los nutrientes más sensibles para la manifestación de interacciones negativas o positivas con otros elementos nutritivos esenciales, afectándose la nutrición de la planta porque su exceso puede inducir la deficiencia de otro nutriente o puede favorecer la nutrición vegetal al mejorar la absorción de otro.

Dos ejemplos de interacción negativa donde está comprometido el P y que ocurren en el país son: el caso de la producción de arroz de inundación, donde es generalizada la aplicación de dosis altas de fertilizante fosfatado. En este caso, al inundar los suelos, éstos tienden a transformarse y dos de los fenómenos que ocurren son: la solubilización de fosfatos de baja solubilidad incrementando significativamente los niveles de P disponible para las plantas, y la disminución de la concentración de zinc en la solución del suelo. Esta condición favorece la interacción P/Zn, en la cual niveles elevados de P pueden inducir una deficiencia de Zn. El otro caso es de los suelos de las sabanas orientales, en los cuales se debe aplicar dosis elevadas de P ya que se ha determinado que la mayoría de los cultivos responden a esta práctica, pero estos suelos tienen niveles marginales de Zn por lo que el incremento de la presencia de P en la solución del suelo puede inducir deficiencias de Zn. Así, los excesos de P pueden causar, indirectamente, problemas de nutrición a las plantas.

Otra interacción negativa es P/Fe, ocurriendo clorosis por falta de Fe cuando en los tejidos la relación P/Fe es muy alta, señalándose que el Fe asociado con P es menos móvil dentro de las plantas. Una interacción positiva es P/Mo porque se forma el anión fosfomolibdato que es absorbido muy fácilmente por las plantas.

Así como con el fósforo, existen variadas interacciones entre otros nutrientes, la mayoría de las veces con efecto negativo sobre el crecimiento de las plantas, por lo que es bueno conocerlas para evitar su ocurrencia al aplicar un programa de  fertilización desbalanceado que entorpezca una sana nutrición vegetal.


Pedro Raúl Solórzano Peraza es colaborador destacado de Mundo Agropecuario

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