Investigadores húngaros del Instituto de Ciencias del Suelo del Centro de Investigación Agrícola HUN-REN han contribuido a la creación de un importante mapa de suelos que permite monitorear la dinámica de la salinidad del suelo para la gestión operativa.
En un estudio internacional, los científicos analizaron alrededor de 20.000 muestras de capa superficial del suelo para crear un mapa de la salinidad del suelo en Europa. Estudiaron la distribución espacial de la salinidad del suelo y sus hallazgos respaldan la necesidad de una gestión sostenible del suelo y la seguridad alimentaria. Según los investigadores húngaros, la salinidad de los suelos agrícolas en Hungría se considera moderada según los estándares europeos. Sin embargo, el riesgo de salinización secundaria sigue siendo un problema.
La presión sobre las tierras cultivables para la producción sostenible de alimentos está aumentando en todo el mundo debido a la degradación del suelo, el cambio climático y la escasez de agua. Por lo tanto, la protección y la gestión sostenible de los suelos es esencial para garantizar la seguridad alimentaria futura. Se espera que la población mundial continúe creciendo, por lo que es fundamental evaluar los recursos y proporcionar las herramientas necesarias para un monitoreo del suelo preciso y rápido.
Los suelos agrícolas enfrentan graves amenazas por la degradación, la sequía, el clima extremo y diversas formas de contaminación, lo que genera preocupación de que tal vez no puedan hacer frente a la creciente demanda de alimentos a largo plazo.
La distribución espacial de la salinidad del suelo en Europa se modeló en una colaboración internacional liderada por el JRC de la Comisión Europea. En el estudio han participado Kitty Balogh y Gabor Szathmáry, investigadores del Instituto de Ciencias del Suelo del Centro de Investigación Agrícola HUN-REN (HUN-REN CAR TAKI), así como expertos del University College de Londres, el CSIC Centro de Investigaciones sobre Desertificación-CIDE Valencia, la Universidad de Aarhus, TEAGASC de Dublín, la Universidad Agrícola de Atenas, la Universidad de Ciencias Aplicadas de Isparta y la Universidad de Palermo. El estudio conjunto fue publicado en la revista Geoderma . El estudio se basa en datos de la encuesta de seguimiento del suelo de la Unión Europea, Land Use and Coverage Area Frame Survey (LUCAS), que incluye alrededor de 20.000 muestras de capa superior del suelo.
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Fuente: HUN-REN.
Según una propuesta de la Comisión Europea, Europa podría convertirse en el primer continente climáticamente neutro en 2050, y los suelos desempeñarán un papel clave para lograr este objetivo. Parte de esta propuesta es una estrategia dirigida a garantizar la seguridad alimentaria sostenible. Un estudio internacional realizado con la participación de investigadores húngaros podría ayudar a proteger los suelos y promover un uso más consciente y sostenible de los suelos agrícolas.
El mapa que muestra la distribución espacial de la salinidad del suelo proporciona la información armonizada más detallada disponible en Europa, con una resolución de 500 metros. Se basa en datos de la encuesta LUCAS de 2018, la actual base de datos de seguimiento del suelo de la Unión Europea. Este recurso ayuda a los agricultores y expertos a identificar áreas problemáticas y seleccionar métodos de cultivo adecuados para sus condiciones de salinidad del suelo.
Los investigadores han descubierto que en el norte y el Atlántico de Europa la acumulación de sal es el resultado de procesos naturales. Por el contrario, en las regiones mediterráneas y meridionales, las actividades humanas como el riego y el drenaje deficiente desempeñan un papel clave, mientras que en las zonas costeras el factor principal es la intrusión de agua de mar.
Según un reciente mapa de salinidad de los suelos europeos, la salinidad de los suelos agrícolas húngaros se considera moderada. Sin embargo, persiste el riesgo de que aumente la salinidad del suelo.
La salinización secundaria ocurre cuando la sal se acumula en suelos inicialmente no salinos debido a cambios en las condiciones naturales o actividades humanas. En Hungría, factores como el riego con mala calidad (salinidad) o exceso de agua (aumento de los niveles de agua subterránea salina), la mala gestión del agua y prácticas inadecuadas de cultivo del suelo pueden contribuir a la salinización del suelo. Además, las sequías cada vez más frecuentes aceleran la evaporación del suelo, provocando que las sales disueltas en las aguas subterráneas lleguen a la capa superficial.
Debemos prestar mucha atención a la salinidad del suelo porque los niveles elevados de sal tienen un impacto negativo en la producción agrícola. Las concentraciones excesivas de sal impiden que las plantas absorban agua, lo que provoca problemas de crecimiento y reduce el rendimiento, e inhibe la germinación y la absorción de nutrientes. Además, la acumulación de sal puede degradar la estructura del suelo, reduciendo la permeabilidad al agua y al aire y perjudicando aún más las condiciones para el crecimiento de las plantas.
La alta salinidad también puede suprimir la actividad microbiana en el suelo, lo que resulta en una disminución de las especies sensibles a la sal y su reemplazo por bacterias y hongos tolerantes a la sal que son menos activos en el ciclo de nutrientes vitales. Como resultado, los cultivos sensibles a la sal, como los cereales y las verduras, pueden verse especialmente afectados, afirman los investigadores de HUN-REN CAR TAKI.
Para evitar el aumento de la salinidad del suelo, los investigadores proponen utilizar agua de riego con baja salinidad y optimizar tanto la cantidad como el momento del riego. Además, garantizar un drenaje adecuado del suelo es fundamental para evitar el aumento de los niveles de agua subterránea y la acumulación de sal.
Si hay indicios de salinidad, los investigadores aconsejan prestar mucha atención a la mejora del suelo. La adición de enmiendas del suelo a base de calcio (como yeso o cal) puede desplazar los iones de sodio de la superficie de los coloides del suelo, mejorando las propiedades químicas y físicas del suelo. En suelos compactados con mal drenaje, la labranza profunda puede ayudar a crear buenas condiciones de drenaje. Agregar materia orgánica también puede ayudar a lixiviar las sales y reducir el riesgo de una mayor salinización.
Fuente: HUN-REN.
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