El mildiú velloso de las patatas es una enfermedad fúngica que afecta a los cultivos en primavera y otoño.
El control generalmente se aplica por aspersión con una combinación de fungicidas sistémicos y fungicidas de contacto multifuncionales cada 10-12 días. Pero mediante un sistema de alerta temprana, los investigadores en España pudieron reducir el uso de tratamientos preventivos a casi la mitad sin afectar seriamente la producción.
Los primeros signos de infección por mildiú velloso en las papas son manchas amarillas de forma irregular en las hojas de las papas. Posteriormente, las manchas se vuelven marrones y la hoja en el área de la mancha se seca. Con alta humedad, la parte inferior de la hoja se cubre con pelusa blanca, micelio de hongo y los tubérculos afectados se oscurecen y se pudren por dentro.
El trabajo de la investigadora Laura Meno Farinhas en la región española de A-Limia pretende resolver dos problemas a los que se enfrentan los productores de patata: el control del mildiú velloso y la reducción del uso de fungicidas. El sistema de alerta basado en la previsión meteorológica es similar al que ya se utiliza en la uva, escribe Galeg Field en un artículo publicado en el portal www.campogalego.es.
“Con estos sistemas de alerta, se pueden evitar algunos tratamientos preventivos e innecesarios contra el mildiú velloso, así como mantener la enfermedad bajo control y gestionar la reducción de costos de producción sin perder producción. El sistema de alerta detecta condiciones climáticas favorables para la aparición de patógenos, lo que permite determinar los momentos de mayor riesgo del mildiú velloso patógeno de la papa y ajustar los procedimientos preventivos habituales, lo que hará más precisa la gestión”, dijo Laura Meno Fariñas durante una reunión de la industria.
Su trabajo de investigación se enmarca en el proyecto SoildiverAgro para mejorar la biodiversidad del suelo y los agroecosistemas europeos y cuenta con financiación europea. Se incluyeron en el estudio un total de 11 variedades de papa, con un enfoque en Kennebec, la variedad más popular de la región.
El trabajo de investigación se ha llevado a cabo en la finca de patata del Instituto de Desarrollo Económico de Orensano (Inorde), ubicada en A Limia, durante las dos últimas cosechas, 2021 y 2022. En esta zona había parcelas con manejo convencional, donde se aplicaban tratamientos preventivos cada 10-12 días, y otras con sistema de alerta y control de seguimiento del resultado, sin tratamiento.
El sistema de alerta se basa en un modelo que ya está en uso en países como Dinamarca, y funciona con la temperatura, la humedad relativa y las precipitaciones registradas para evaluar los momentos de mayor riesgo. “Decidimos usarlo debido a las buenas estimaciones que obtuvimos de la base de datos durante 10 años”, explica el investigador. En este tipo de estudio, cuanto mayor sea la base de datos disponible, más preciso será el modelo para reconocer los momentos críticos del desarrollo del patógeno del mildiú velloso.
El modelo advierte del riesgo de infección por mildiu y picos de esporulación del patógeno cuando el nivel de humedad supera el 88% y la temperatura se sitúa entre los 10 y los 24 grados. Si esta situación se prolonga más de 14 horas al día, el riesgo es máximo.
Gracias al sistema de alertas se logró reducir casi a la mitad el uso de tratamientos preventivos sin afectar la producción.
Mientras que las parcelas convencionales recibieron 6 tratamientos preventivos de mildiú velloso en 2021 y 7 tratamientos en 2022, solo se aplicaron 3 tratamientos a las parcelas en alerta en ambos años. En parcelas sin fumigar, la incidencia de mildiú velloso en 2021 fue del 47%, en 2022 la incidencia fue mínima.
(Fuente: www.campogalego.es. Autor: Campo Galeg. Foto de Laura Meno Fariñas. Foto realizada en 2021 por la investigadora, de izquierda a derecha: parcela control de mildiú velloso, parcela normal y parcela tratada con aviso).