Sulfato de potasio: ¿qué es este fertilizante tan querido por todos los jardineros y horticultores?


Si desea obtener una cosecha abundante con excelente sabor y larga vida útil, no puede prescindir de los fertilizantes potásicos. Entre ellos, el sulfato de potasio (K₂SO₄) es uno de los más eficaces y seguros. ¿Qué tiene de bueno? ¡Vamos a averiguarlo! Y analicemos por separado la alimentación foliar.


El sulfato de potasio es un fertilizante mineral que contiene hasta un 50-53 % de potasio y un 18 % de azufre. A diferencia del cloruro de potasio, no contiene cloro, por lo que es apto para cultivos sensibles a este elemento (patatas, tomates, uvas, arbustos de bayas). Presentación: polvo cristalino blanco o grisáceo, muy soluble en agua.

Beneficios del sulfato de potasio para las plantas

  • Fortalece el sistema de raíces: ayuda a las plantas a absorber mejor el agua y los nutrientes.
  • Mejora el sabor de las frutas: aumenta el contenido de azúcar de las frutas y bayas.
  • Aumenta la resistencia a la sequía y las heladas, especialmente importante para las plantas perennes.
  • Aumenta la vida útil de la cosecha: las frutas se almacenan por más tiempo.
  • Azufre en la composición: participa en la síntesis de aminoácidos y proteínas, mejora la absorción de nitrógeno.

¿Qué cultivos se benefician más del sulfato de potasio?

1. Verduras

Tomates, pimientos, berenjenas: más azúcar, menos flores estériles.

Patatas: aumentan el almidón.

Pepinos, repollo: reduce el riesgo de amargor.

Cebollas, ajo: mejoran la vida útil.

2. Frutas y bayas

Las uvas son más dulces que las bayas y la vid sobrevive mejor al invierno.

Fresas, frambuesas, grosellas: más azúcar, sabor más brillante.

Manzanos, peras: aumenta la jugosidad de la fruta.

3. Plantas ornamentales

Rosas, peonías, hortensias: prolonga la floración, realza el color.

Césped: lo hace más resistente al pisoteo y a la sequía.

Cómo utilizar correctamente el sulfato de potasio

Aplicación principal (primavera/otoño). En campo abierto: 15-20 g/m² bajo excavación. En invernadero: 10-15 g/m².

Abono de cobertura durante la temporada de crecimiento. Abono de cobertura radicular: 10-15 g por 10 l de agua, riego bajo la raíz 1-2 veces al mes.

Abono foliar (pulverización): 2-3 g por 1 l de agua (para un efecto rápido).

Casos especiales. Signos de deficiencia de potasio en las plantas. Esto se manifiesta por síntomas como quemaduras en los bordes de las hojas (puntas amarillas y secas), crecimiento lento y tallos débiles, y frutos pequeños y sin sabor. Si observa estos síntomas, aplique urgentemente sulfato de potasio al follaje.

La fertilización foliar con sulfato de potasio es una solución de emergencia para las plantas cuando las raíces no aguantan (por ejemplo, durante sequías, frío o daños en el sistema radicular). Sin embargo, para no dañar las hojas y obtener el máximo beneficio, es importante preparar la solución correctamente.

Receta básica para solución en aerosol

Concentración: 1,5-3 g de sulfato de potasio por litro de agua (o 15-30 g por 10 l). Consumo: 1-1,5 l por 10 m² de plantación. ¿Por qué una dosis tan baja? Las hojas son sensibles a las quemaduras, especialmente en climas cálidos. El potasio penetra rápidamente en los tejidos y no es necesario un exceso.

5 trucos para una fertilización foliar eficaz con sulfato de potasio

1. La temperatura del agua es la misma que la de la leche fresca.

El agua fría disuelve mal los cristales, y el agua caliente (superior a +40 °C) puede alterar las propiedades del fertilizante. Lo ideal es agua a +20…+25 °C.

2. Añadir adhesivo

La solución limpia se desliza rápidamente por las hojas. Mejora la adherencia. Usa jabón líquido (3-5 gotas por 1 l) o jarabe (1 cucharadita de azúcar por 1 l); es especialmente útil para plantas con flores (atrae a los polinizadores).

3. Rocíe sobre el rocío

El mejor momento es por la mañana (después de que el rocío se haya secado): la solución tendrá tiempo de absorberse antes del calor, y también por la noche (2 a 3 horas antes del atardecer), para que las hojas se sequen antes de la noche y los hongos no se desarrollen.

¡No rocíe durante el día! Las gotas de agua actúan como lentes y causan quemaduras.

4. Se mezcla con otros fertilizantes.

El sulfato de potasio se puede mezclar con sulfato de magnesio (5 g/l) para prevenir la clorosis y ácido bórico (0,5 g/l) para mejorar el cuajado de los frutos.

5. Preste atención al agua. El uso de agua dura provocará la formación de sedimentos insolubles en el cubo. ¡Filtre o deje sedimentar el agua!

¿Con qué no se debe mezclar el sulfato de potasio? Urea y nitrato de amonio: pueden producirse pérdidas de nitrógeno. Cal y harina de dolomita: reducen la eficiencia. Los mejores aliados son los fertilizantes fosfatados (superfosfato), ideales para la nutrición radicular. La materia orgánica (compost, humus) potencia el efecto.



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