La agricultura sin labranza mejora el carbono del suelo en agroecosistemas arenosos


Un nuevo estudio publicado en Ecological Processes por investigadores del Instituto de Ecología Aplicada de la Academia China de Ciencias revela que la agricultura sin labranza podría desempeñar un papel fundamental en la lucha contra la degradación del suelo y la mejora del secuestro de carbono en regiones áridas y semiáridas.


Por Zhang Nannan, Academia China de Ciencias


La labranza cero mejora el carbono del suelo en agroecosistemas arenosos
Mecanismos de aumento del carbono total del suelo en condiciones de siembra directa en suelos arenosos. Crédito: Wang Cong

Los hallazgos resaltan el potencial del NT para restaurar la salud del suelo y reducir las emisiones de carbono , proporcionando información valiosa para la gestión sostenible de la tierra en entornos hostiles.

La investigación, realizada en la zona arenosa de Horqin, una región vulnerable a la desertificación, se centró en la chufa (Cyperus esculentus L.), una planta resistente a la sequía y de rápido crecimiento conocida por su sistema de raíces profundas. Los investigadores descubrieron que la NT aumentaba significativamente el contenido total de carbono del suelo en comparación con los métodos de labranza convencionales, lo que ofrece un enfoque prometedor para mejorar la calidad del suelo en las tierras secas.

Uno de los factores clave identificados en el estudio fue el aumento de la biomasa vegetal en condiciones de NT, lo que generó mayores niveles de carbono orgánico disuelto derivado de los residuos vegetales y los sistemas radiculares. Este aporte de carbono contribuyó directamente al acervo de carbono general del suelo.

Además, los investigadores destacaron mejoras en la actividad microbiana bajo la NT. En concreto, encontraron una mayor eficiencia en el uso del carbono microbiano y una reducción del cociente respiratorio (qCO 2 ), lo que sugiere que las prácticas de NT promovieron una conversión más eficiente del carbono en biomasa microbiana, en lugar de liberarlo como CO 2 .

También observaron que la NT favorecía el crecimiento de bacterias oligotróficas, microbios que prosperan en condiciones de escasez de nutrientes y ayudan a estabilizar el carbono orgánico del suelo, evitando así su pérdida. Se sabe que estos microbios contribuyen a la estabilización del carbono orgánico del suelo, reduciendo la pérdida de componentes de carbono activo.

Si bien los investigadores destacan la necesidad de realizar investigaciones a largo plazo para comprender plenamente las amplias implicaciones de la NT en los ecosistemas del suelo y la dinámica del carbono, estos resultados marcan un paso significativo hacia la gestión sostenible de la tierra en entornos áridos y semiáridos. Los investigadores enfatizaron que las prácticas de NT en dichas regiones podrían servir como modelo para la gestión de tierras degradadas, aumentando efectivamente el almacenamiento de carbono.

El estudio también destaca el potencial del cultivo de chufa en estas zonas, ya que esta planta está bien adaptada a condiciones duras y puede contribuir además a la mejora del suelo.

Más información: Cong Wang et al., La práctica de labranza cero mejora el contenido total de carbono del suelo en un campo arenoso de Cyperus esculentus L., Ecological Processes (2025). DOI: 10.1186/s13717-024-00573-x