¿Cuánto aportan las mujeres ríosanjuaneñas a la economía familiar?


* Jornadas de trabajo doméstico de hasta 14 horas diarias.

* Las mujeres que trabajan fuera del hogar reciben apoyo principalmente de sus hijas.

* El dinero generado es invertido en alimentos, estudios, gastos del hogar, ropa, salud, reinversión en la finca.


Por José Armando González

@jag_ojeda


Las mujeres ríosanjuaneñas desempeñan un rol esencial en la economía familiar, trabajando incansablemente jornadas de hasta 14 horas diarias, combinando labores domésticas y productivas que sostienen sus hogares y comunidades. Este trabajo aún sigue sin ser reconocido ni valorado a nivel familiar ni social.

En el último trimestre de 2024, Amigas da Terra Galicia, la Asociación para el Fomento

del Desarrollo Local Ecosostenible en Río San Juan (ASODELCO) y Amigos de la Tierra España, con el respaldo financiero de la Xunta de Galicia y la Cooperación Española, llevaron a cabo una sistematización del aporte de la mujer en el trabajo de cuidado y productivo en 11 comunidades del Refugio de Vida Silvestre Los Guatuzos y San Carlos, Río San Juan, al sur e Nicaragua.

La consulta, que tuvo como objetivo poner en valor la contribución de las mujeres al desarrollo local sostenible de sus familias y comunidades, incluyó entrevistas dirigidas y grupos focales a 38 mujeres entre los 23 y 71 años de edad, la mayoría casadas y con hijas/os, quienes producen cacao, hortalizas, granos básicos y transforman el cacao.

Largas jornadas de trabajo en el hogar y poca recreación

Los hallazgos indican que el 57 % de las mujeres inician sus actividades entre las cuatro y cinco de la mañana, finalizando después de las seis de la tarde; jornadas diarias entre 13 y 14 horas, realizando labores del hogar, agricultura, comercio y servicios. A pesar de que el 86 % recibe apoyo del esposo o las/os hijas/os, este no es igual (al trabajo de ellas) ni constante.

La mayoría de las mujeres consultadas dedican entre tres y cuatro horas a la preparación de alimentos, de tres a seis horas la limpieza del hogar, lavado y planchado de ropa, para el cuidado de niñas/os de una a seis horas y pocas cuidan adultos mayores.  Lasparejas que ayudan lo hacen sacando agua, limpiando y en algunos casos cuidan a las/os hijas/os y cocinan, pero esto no es constante ni es asumida como una responsabilidad del hombre en el hogar.

Para cuantificar el aporte de las mujeres con el trabajo doméstico y de cuidado no remunerados, los investigadores tomaron como referencia el salario mínimo legal de C$8,020.47 (US$ 219.01 aproximadamente), descrito por el Ministerio de Trabajo de Nicaragua para el sector servicio comunales, sociales y personales. El salario promedio por día para las asistentes del hogar es e C$267.35 (US$ 7.30 aproximadamente), dando como resultado unos C$10,414.94 (US$284.40 aproximadamente) por mes a razón de 10 a 13 horas diarias.

En relación al autocuido, el 92 % de ellas dedica entre una y dos horas diarias; sin embargo, en sus comunidades carecen de espacios recreativos y la carga de responsabilidades familiares y del hogar impiden que destinen más tiempo para ellas mismas. La iglesia y las visitas a familiares son las actividades más frecuentes en su tiempo libre, mientras que los paseos y el ejercicio tienen menor prioridad.

“La sistematización del aporte de la mujer en las fincas permite visibilizar y valorar sus contribuciones, así como identificar áreas de mejora y oportunidades para que Amigos de la tierra pueda planificar sus acciones hacia la puesta en valor y el empoderamiento de las mujeres en el ámbito agrícola”, explicó Álvaro Rodríguez, director de Amigos de la Tierra España.

Actividades remuneradas fuera del hogar

La mayoría de las mujeres rurales se dedican a las labores domésticas no remuneradas, solo el 22 % de ellas realizan trabajos remunerados fuera del hogar formales e informales como maestra, empleada doméstica, lavado de ropa, cuido de casas, estilista, venta de cuajadas y pan casero. Trabajar como empleada doméstica es el ejemplo más claro de desigualdad laboral, con jornadas extensas (12 horas) y un salario muy bajo (C$4,000.00 en la zona rural).

Las mujeres que trabajan fuera del hogar reciben apoyo principalmente de sus hijas, seguidas por sus esposos e hijos, con una clara distribución desigual de las tareas domésticas basada en los mismos roles tradicionales de género; las mujeres siguen asumiendo.

Los huertos biointensivos de las mujeres

Los huertos biointensivos proveen los productos perecederos que necesitan las familias para su alimentación diaria: tomate, cebolla, ayote, chiltoma, repollo, plátano, yuca, quequisque, pipián, etc.; mejorando la dieta y la calidad de vida de las familias.

Cuatro de cada 10 mujeres cuentan con un huerto biointensivo familiar, establecidos en áreas de 10 metros cuadrados o hasta de una manzana, el 25% de ellas comercializa el excedente, teniendo un ingreso promedio mensual de C$1,030.00 (US$ 28.12 aproximaamente), administrado por ellas mismas. La mitad de ellas lo invierte en el hogar y la alimentación, un 23 % lo reinvierte en el huerto y el 25 % lo ahorra. El 75 % de ellas reciben apoyo de sus parejas para el levantamiento de la cosecha.

Los cultivos del huerto representan un gasto evitado anual de C$13,588.18 (US$371.05 aproximadamente) en compras de productos perecederos, tomando como referencia los productos de la canasta básica, más el tiempo invertido en el manejo del huerto calculado en C$12,392.60 (US$ 338.41 aproximadamente), alcanzando en el año los C$25,980.78 (US$709.46 aproximadamente).

Las mujeres se sienten responsables de la seguridad alimentaria y la mejora en la nutrición familiar.

Las cacaoteras y transformadoras

El cultivo de cacao y sus derivados es uno de los nuevos rubros que las mujeres trabajan para aumentar sus ingresos. El 54 % de ellas posee plantaciones de cacao, pero solo el 22 % lo trabaja directamente, con un promedio de 11 días de trabajo mensual, lo que representa C$3,508 (US$ 95.79 aproximadamente) por mes, a un costo por día de C$318.90 (US$8.71 aproximadamente) según la actividad que realicen; esto representa un ingreso anual C$42,096 (US$1,149.53 aproximadamente).

Solo el 48 % de las mujeres encuestadas ha recibido capacitación sobre manejo agronómico, preparación de bioinsumos, establecimiento de viveros de cacao y manejo de postcosecha del cacao. Dedican un promedio de 4 horas al mes a capacitarse y para hacerlo dejan a sus hijas/os con familiares o los llevan con ellas; en algunos casos, el esposo asume el cuido del hogar y las/os hijas/os.

Los negocios propios

El informe destaca que el 43 % de las encuestadas tienen negocio propio como la venta de productos básicos, elaboración de alimentos y la crianza de animales, con ingresos que varían entre los C$500.00 (U$13.65 aproximadamente) y C$40,000.00 (US$1,092.30 aproximadamente) mensuales.

Las mujeres invierten una parte significativa de sus ganancias en la compra de nuevos productos para la venta, lo que les permite continuar operando y expandiendo sus negocios. Además, destinan recursos a gastos del hogar, como alimentos y servicios básicos (agua, luz).

Mayor equidad mayor desarrollo

La participación de las mujeres en actividades productivas y formativas contribuye a su empoderamiento económico y tiene un impacto positivo en sus familias y comunidades. A través del trabajo no remunerado, los huertos, el cacaotal y sus negocios, están generando ingresos que mejoran su calidad de vida y la de sus familias.

Sin embargo, no hay una distribución equitativa de las tareas domésticas y de cuidados con los miembros del hogar ni un rol activo por parte de sus esposos. Para ello, se debe promover la corresponsabilidad de las labores domésticas y de cuidados en los hombres, fomentar el acceso de las mujeres a la capacitación, financiamiento dirigido a emprendimientos de mujeres y reconocer el aporte de las mujeres a las actividades productivas y de comercio.

“Las tareas domésticas y de cuidados, contribuyen a la estabilidad económica en el hogar y en la finca, por lo que es necesario impulsar acciones de sensibilización que promuevan la corresponsabilidad en las tareas del hogar. Amigos de la Tierra España, tiene previsto promover en el 2025 este tipo de actividades de manera complementaria con la implementación de escuelas de campo agrícola dirigidas a mujeres rurales y facilitar el acceso a materiales y equipos para la promoción de nuevos emprendimientos liderados por mujeres”, destacó Rodríguez.

El trabajo de las mujeres es clave para el desarrollo local sostenible en sus comunidades.

La sistematización fue realizada en el marco de los proyectos “Ecosistemas Resilientes” y “Cacao Sostenible”, ejecutados por Amigas da Terra Galicia, ASODELCO y Amigas de la Tierra España, con fondos de la Cooperación Galega y Española.


José Armando González es colaborador destacado de Mundo Agropecuario

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