Cómo las abejas detectan enfermedades en la colmena


Explorando los mecanismos naturales de protección en el mundo de las abejas


Redacción Mundo Agropecuario

Las colmenas de abejas son comunidades altamente organizadas que utilizan estrategias colectivas e individuales para detectar y eliminar enfermedades. Desde señales químicas hasta comportamientos higiénicos complejos, su sistema de defensa colectiva —también llamado inmunidad social— es fascinante y crucial para la supervivencia del enjambre.

Las antenas: sensores multi-propósito

Las antenas de las abejas no solo detectan olores y feromonas, sino también vibraciones, humedad, cambios térmicos y campos eléctricos. Esta sensibilidad les permite percibir alteraciones en su entorno, incluidas señales químicas emitidas por individuos enfermos o células infestadas.

Feromonas como alerta temprana

Cuando una abeja está enferma, su composición química corporal cambia. Otras obreras detectan esas diferencias a través de feromonas o hidrocarburos cuticulares alterados, lo que les permite identificar larvas o adultas enfermas antes de que el patógeno se propague.

Comportamiento higiénico: eliminación de focos de infección

Las abejas higiénicas retiran larvas muertas, moscas de polen infectadas o pupas con ácaros Varroa. Este comportamiento es especialmente fuerte en razas con Varroa Sensitive Hygiene (VSH), en las que las obreras detectan pupas infestadas con ácaros y las extraen del panal.

Autovacunas y «distanciamiento social»

Algunas abejas comparten moléculas virales de forma deliberada con sus compañeras, logrando un–tipo de inmunidad colectiva. También aíslan o expulsan a los individuos infectados y limpian con propóleos estructuras contaminadas, haciendo un paralelismo con el distanciamiento social.

Respuesta inmune individual y priming generacional

Además de la defensa social, cada abeja posee un sistema inmune innato. La inmunidad generacional (TGIP) permite transmitir defensas específicas a la descendencia via vitelogénina: por ejemplo, las abejas hijas de reinas expuestas a Paenibacillus larvae (loque americana) presentan mayor resistencia.

Monitorización tecnológica complementaria

Hoy en día, apicultores e investigadores utilizan sensores de temperatura, peso o sonido, así como cámaras inteligentes, visión por computadora e IA para detectar patrones que indican salud o enfermedad en la colmena.

  • Un micrófono dentro de la colmena puede avisar sobre estrés o exposiciones tóxicas.
  • Cámaras con IA pueden detectar la presencia de ácaros Varroa y alertar vía SMS.

Enfermedades comunes y respuestas del enjambre

  • Loque americana (AFB): las larvas mueren y las obreras extraen las momias; también se emplean perros detectores para identificar colmenas infectadas.
  • Loque europea (EFB): similar, aunque menos virulenta y con higiene activa en larvas muertas .
  • Nosema apis: se detecta por cambios en heces y comportamiento; se fortifica la colonia con mejor alimentación.
  • Varroa y virus asociados: la extracción de pupas infestadas y control químico (oxálico, formico) combinados con hijos criados con rasgos VSH es la defensa más eficaz.

Colaboración entre la abeja y el apicultor

La detección natural de enfermedades se refuerza con prácticas apícolas tradicionales: inspecciones frecuentes, monitoreo con trampas de ácaros o microscopía de esporas, higiene de equipos y uso responsable de tratamientos.

Referencias



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