La remolacha azucarera y la remolacha forrajera son cultivos clave en muchos sistemas agrícolas, tanto por su valor económico como por su importancia en la alimentación animal y la industria azucarera.
Redacción Mundo Agropecuario
Sin embargo, uno de los mayores desafíos tras la cosecha es conservar la calidad de las raíces durante el almacenamiento, minimizando pérdidas de peso, azúcares y propiedades nutricionales.
En condiciones inadecuadas, la remolacha pierde rápidamente humedad, se deteriora por patógenos y sufre respiración acelerada, lo que reduce el contenido de sacarosa. Por ello, los agricultores han desarrollado y probado en la práctica diversos métodos de almacenamiento que aseguran una conservación eficiente.
Factores que influyen en la conservación de remolachas
- Temperatura: ideal entre 0 y 2 °C; temperaturas más altas aceleran la respiración y favorecen la pudrición.
- Humedad relativa: mantener entre 90–95 % para evitar deshidratación.
- Ventilación: necesaria para prevenir acumulación de CO₂ y calor en el interior de los montones.
- Sanidad: raíces dañadas o enfermas incrementan el riesgo de infecciones fúngicas y bacterianas.
Métodos de almacenamiento más utilizados
1. Silos en montón al aire libre
Es el método más tradicional, utilizado en regiones templadas. Consiste en apilar remolachas en grandes montones cubiertos con paja, tierra o plásticos transpirables.
- Ventajas: bajo costo y fácil implementación.
- Limitaciones: mayor riesgo de congelación en invierno o pudrición en climas húmedos.
2. Almacenamiento en silos ventilados
Se trata de montones equipados con sistemas de ventilación forzada, que permiten mantener temperaturas estables y eliminar exceso de humedad.
- Ventajas: prolonga la conservación hasta 4–5 meses.
- Limitaciones: requiere inversión en infraestructura y energía.
3. Cámaras frigoríficas
Usadas en producciones intensivas o para semilla de alta calidad.
- Ventajas: control preciso de temperatura y humedad; mínima pérdida de azúcares.
- Limitaciones: costos elevados de construcción y operación.
4. Ensilaje de remolacha forrajera
Para uso en alimentación animal, las raíces pueden picarse y ensilarse en combinación con otros forrajes.
- Ventajas: conserva valor nutritivo y permite raciones balanceadas.
- Limitaciones: pérdida parcial de azúcares y necesidad de inoculantes.
Buenas prácticas de almacenamiento
- Seleccionar solo remolachas sanas y sin daños mecánicos.
- Evitar cosechar en condiciones de exceso de humedad para reducir heridas.
- Implementar rotación de existencias para usar primero las partidas más antiguas.
- Vigilar periódicamente la temperatura y humedad en los silos.
Importancia económica y productiva
El almacenamiento adecuado de remolachas puede reducir pérdidas poscosecha hasta en un 20–30 %, aumentando la eficiencia del cultivo. Para los productores de azúcar, significa mantener el máximo contenido de sacarosa, mientras que para ganaderos asegura forraje de calidad durante el invierno.
En definitiva, la combinación de técnicas probadas en la práctica y tecnologías modernas de conservación permite a los agricultores prolongar la vida útil de la remolacha y optimizar su rentabilidad.
Referencias
- Hoffmann, C. M., & Märländer, B. (2005). Managing sugar beet quality. Sugar Tech, 7(1), 1–9.
- Venturi, P., & Venturi, G. (2003). Storage systems for sugar beet: traditional and innovative methods. Biosystems Engineering, 86(4), 455–462.
- FAO (2019). Post-harvest management of root crops.
