Un equipo de investigadores de los EE. UU., Japón, Alemania y los Países Bajos informa que las abejas utilizan una serie de comportamientos de olores en cascada para localizar a su reina.
por Bob Yirka, Phys.org
En su artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences , el grupo describe su estudio de las abejas utilizando técnicas de observación y aprendizaje automático y lo que descubrieron.
Investigaciones anteriores han demostrado que las abejas forman enjambres coherentes, lo que significa que todos los miembros del enjambre deben tener algún mecanismo para realizar un seguimiento de lo que sucede con todos los demás. La investigación también ha sugerido que la reina es el centro de dicha actividad; por lo tanto, otras abejas necesitarían poder comunicarse con ella de alguna manera. Hacerlo parecería relativamente fácil para aquellas abejas que están cerca de la reina, pero ¿qué pasa con aquellas que están más distantes? En este nuevo esfuerzo, los investigadores buscaron encontrar la respuesta a esta pregunta.
Para tener una idea general de cómo se comportan las abejas en su enjambre, los investigadores observaron 6600 de ellas en acción, teniendo cuidado de notar las actividades que requerirían cierto grado de comunicación . La observación de las abejas se realizó utilizando cámaras de alta velocidad y luego reproduciendo el video. Los investigadores también enseñaron un algoritmo de aprendizaje automático para reconocer ciertos comportamientos en el enjambre y luego usaron su poder de procesamiento para analizar más a fondo el comportamiento de las abejas. Luego usaron lo que habían aprendido para modelar la actividad de las abejas.
Los investigadores descubrieron que las abejas han desarrollado un método único para la comunicación: usan comportamientos de abanico para empujar las feromonas hacia otras abejas. Aún más interesante, han desarrollado un medio para sincronizar su comportamiento: se involucran en una serie de comportamientos de abanico usando sus alas para soplar feromonas. Una abeja soplará feromonas a un compañero cercano, que se dará la vuelta y soplará las feromonas a la siguiente abeja, y así sucesivamente, hasta que todas las abejas reciban el mensaje. El resultado es una red de comunicaciones en toda la colmena con la reina como eje central.
Los investigadores sugieren que el comportamiento de las abejas sirve como un ejemplo histórico de comportamiento colectivo. La red de comunicación que administran permite que el enjambre permanezca coherente incluso cuando los miembros más antiguos mueren o son asesinados y se unen nuevos miembros.
Más información: Dieu My T. Nguyen et al. Comunicación olfativa mediada por flujo en enjambres de abejas, Actas de la Academia Nacional de Ciencias (2021). DOI: 10.1073/pnas.2011916118