La alimentación es uno de los pilares fundamentales en la producción caprina, tanto para carne como para leche.
Redacción Mundo Agropecuario
Aunque las cabras son animales rumiantes que aprovechan muy bien los pastos y forrajes, en determinadas fases productivas se recomienda complementar su dieta con granos y concentrados energéticos.
Sin embargo, este tipo de suplementación debe manejarse con precaución, ya que un exceso o un suministro inadecuado puede provocar problemas digestivos y de salud.
El papel de los granos en la dieta caprina
Los granos aportan energía fácilmente disponible en forma de almidón, lo que permite cubrir los requerimientos de animales en crecimiento, hembras en lactancia o cabritos en engorde. Entre los más utilizados se encuentran:
- Maíz: el grano energético por excelencia.
- Cebada: aporta energía y proteína moderada.
- Avena: digestible y palatable, adecuada para cabras jóvenes.
- Sorgo: alternativa en regiones secas, requiere molienda para mejorar su digestibilidad.
Combinados con forraje de calidad, los granos ayudan a mejorar la producción de leche, el aumento de peso y la condición corporal de las cabras.
Recomendaciones para el uso de granos
- Introducción gradual: los granos deben incorporarse poco a poco en la dieta, para permitir la adaptación de la flora ruminal.
- Equilibrio con fibra: nunca deben reemplazar totalmente a los forrajes, ya que las cabras necesitan fibra efectiva para mantener la rumia y prevenir acidosis.
- Cantidad adecuada: en general, los granos no deben superar el 40 % de la ración total.
- Procesamiento: la molienda o el rolado mejoran la digestibilidad de granos como maíz y sorgo.
- Suplementación estratégica: los granos son más útiles en cabras en lactancia, en cabritos de engorde y en animales sometidos a alta producción.
Riesgos de un mal manejo
Un exceso de granos en la dieta puede causar acidosis ruminal, timpanismo, reducción de la ingesta de forraje e incluso la muerte del animal. Los síntomas incluyen diarrea, apatía y pérdida de apetito.
Por ello, se recomienda siempre mantener la proporción entre forraje y concentrados, además de ofrecer acceso a agua limpia y sales minerales.
Conclusión
El suministro de granos a cabras es una estrategia eficiente para aumentar la productividad, siempre que se realice con un manejo cuidadoso. Un programa de alimentación equilibrado, diseñado según el estado fisiológico y productivo de los animales, garantiza mayor rendimiento sin comprometer la salud del rebaño.
