Cosechar fresas fragantes no es el final, sino un comienzo crucial para preparar las plantas para la próxima temporada. Es durante este período (julio-agosto para las variedades comunes) que las fresas desarrollan los capullos para la futura cosecha, desarrollan su sistema radicular y almacenan nutrientes. ¡Una fertilización adecuada después de la fructificación es clave para una cosecha abundante y deliciosa el próximo año!
¿Por qué es tan importante fertilizar las fresas después de la cosecha?
En primer lugar, la fructificación abundante agota la planta. Es necesario ayudar a los arbustos a recuperarse. En segundo lugar, se está preparando la cosecha del año siguiente: se están formando los capullos para el próximo verano, y las raíces y las hojas están creciendo. Y, como es sabido, un sistema radicular fuerte y unas hojas sanas son la base de la resistencia al invierno y la productividad. En tercer lugar, una fertilización adecuada aumenta la inmunidad, y las fresas fertilizadas resisten mejor las enfermedades y plagas, y sobreviven al invierno con mayor facilidad.
Cómo fertilizar las fresas después de la cosecha y cuándo
Momento: comenzar de 7 a 10 días después de la recolección de las últimas bayas. El esquema es ligeramente diferente para las variedades remontantes (suelen necesitar fertilización en agosto y, posteriormente, centrarse en una variedad o híbrido específico).
Preparación preliminar:
- Retire las hojas viejas, enfermas y dañadas.
- Recorta los estolones (si no planeas propagarlos). Consumen mucha energía de la planta.
- Afloje la tierra alrededor de los arbustos, con cuidado para no dañar las raíces.
- Riegue abundantemente si el suelo está seco. ¡Los fertilizantes se aplican en suelo húmedo!
A la hora de decidir con qué fertilizar las fresas después de la fructificación, céntrate en el fósforo y el potasio: ¡los elementos principales durante este periodo!
Fósforo (P): Estimula el desarrollo del sistema radicular, promueve la formación de yemas florales y aumenta la resistencia al invierno. Sin él, no se obtendrá una buena cosecha.
Potasio (K): Fortalece los tejidos vegetales, aumenta la resistencia a enfermedades, sequías y heladas, y mejora la calidad de las futuras bayas (contenido de azúcar, vida útil). Ayuda a absorber el nitrógeno.
Nitrógeno (N): ¡con precaución! Se necesita una pequeña cantidad para el crecimiento de las hojas jóvenes, pero su exceso es extremadamente perjudicial, ya que estimula el crecimiento rápido de las hojas en detrimento de la formación de brotes. Los brotes jóvenes no tendrán tiempo de madurar antes del invierno y se congelarán fácilmente. Además, el exceso de nitrógeno aumenta el riesgo de enfermedades fúngicas en las fresas.
En esta época, el nitrógeno solo es posible en forma de un componente orgánico de fácil acceso (una solución de gordolobo, excrementos de pájaro) y en cantidades mínimas, o como parte de complejos minerales equilibrados de otoño, donde su aporte es reducido. Es recomendable aplicar fertilizantes nitrogenados inmediatamente después de la poda y, posteriormente (en agosto-septiembre), cambiar a fertilizantes exclusivamente de fósforo y potasio.
¿Con qué exactamente fertilizar las fresas después de la cosecha?
Fertilizantes orgánicos para fresas
Ceniza de madera: Un auténtico tesoro de potasio, fósforo, calcio y microelementos. ¡La opción perfecta! Modo de empleo: Espolvorear ceniza seca alrededor de los arbustos (aproximadamente 1 taza por m²), aflojar y regar. O preparar una infusión: verter 1 o 2 tazas de ceniza en 10 litros de agua caliente, dejar reposar un día, colar y regar bajo la raíz (0,5 l por arbusto).
Harina de huesos: Excelente fuente de fósforo y calcio, de acción lenta y prolongada. Modo de empleo: Añadir al suelo al aflojarlo (50-70 g por m²).
Compost/humus o estiércol bien descompuesto: mejora la estructura del suelo y contiene una cantidad pequeña pero equilibrada de NPK y humus. Modo de empleo: Extienda una capa fina (1-2 cm) alrededor de los arbustos, como si fuera mantillo, enterrándolos ligeramente en la tierra. ¡No cubra el corazón de la fresa!
Gordolobo/excrementos de pájaro (¡SOLO en infusión fermentada y con mucho cuidado!): una fuente de nitrógeno de fácil acceso para una rápida recuperación, que también contiene potasio y fósforo. ¡Aplíquelo solo inmediatamente después de la poda! Modo de empleo: diluya el concentrado de gordolobo 1:10 y los excrementos de pájaro 1:15-20 con agua. Riegue sobre tierra húmeda, estrictamente bajo la raíz (0,5 l por arbusto), evitando el contacto con las hojas. ¡No exagere!
Fertilizantes minerales para fresas
Fosfato monopotásico (KH₂PO₄): ¡Uno de los mejores fertilizantes para esta época! Contiene 50 % de fósforo y 33 % de potasio. Se absorbe fácilmente. Modo de empleo: 10-15 g (1 cucharada rasa) por cada 10 l de agua. Riegue directamente en la raíz (5 l por m²).
Sulfato de potasio (sulfato de potasio) + superfosfato (preferiblemente doble): Combinación clásica. Modo de empleo: 20-30 g de sulfato de potasio y 30-40 g de superfosfato por cada 10 l de agua (o por cada m² con aplicación en seco, seguida de riego e incorporación). El superfosfato se disuelve mal, por lo que es recomendable añadir los gránulos al sustrato durante el aflojamiento.
Nitroamofoska (solo en casos de emergencia): Si las plantas están muy débiles, se puede usar en una dosis mínima (10-15 g por 10 l de agua), pero solo inmediatamente después de la poda. No se puede usar posteriormente debido a su alto contenido de nitrógeno.
Después de fertilizar, riegue las plantas abundantemente para que los nutrientes lleguen a las raíces. El riego regular también es importante en el período posterior, especialmente si el clima es seco. Generalmente se suspende a finales de septiembre-octubre.
