El microbioma intestinal de las abejas y su impacto en la salud


Un universo invisible que protege a las abejas


Redacción Mundo Agropecuario

Las abejas no solo dependen de flores, néctar y polen para sobrevivir; en su interior llevan un aliado silencioso y esencial: su microbioma intestinal. Este conjunto de microorganismos cumple funciones vitales en la digestión, la defensa contra enfermedades y la regulación de la salud general de las colonias. Comprender este mundo invisible es clave para la apicultura sostenible y para la preservación de la polinización, de la cual depende gran parte de nuestra agricultura.

¿Qué es el microbioma intestinal de las abejas?

El microbioma intestinal se refiere a la comunidad de bacterias y otros microorganismos que habitan en el aparato digestivo de las abejas. A diferencia de los seres humanos, donde el microbioma es inmensamente diverso, el de las abejas está compuesto por un grupo reducido de bacterias especializadas. Entre las más importantes se encuentran Snodgrassella alvi, Gilliamella apicola, Bifidobacterium y Lactobacillus.

Cada una cumple funciones específicas, desde la descomposición de carbohidratos complejos presentes en el polen hasta la producción de compuestos antimicrobianos que ayudan a proteger a las abejas de patógenos.

Funciones clave del microbioma en las abejas

El microbioma intestinal es fundamental para el bienestar de las colonias. Entre sus funciones principales destacan:

  • Digestión eficiente del polen y néctar: permite extraer nutrientes esenciales que de otra manera serían indigeribles.
  • Refuerzo del sistema inmunológico: las bacterias intestinales generan barreras biológicas contra hongos, virus y bacterias dañinas.
  • Producción de vitaminas y metabolitos: esenciales para el crecimiento y la longevidad de las abejas.
  • Regulación de la microbiota: mantiene el equilibrio entre bacterias beneficiosas y potenciales invasoras.

Impacto en la salud de la colonia

Un microbioma sano no solo protege a la abeja individual, sino que fortalece a toda la colonia. Cuando las abejas tienen un equilibrio microbiano adecuado:

  • Son más resistentes a enfermedades como la loque americana o infecciones por Nosema.
  • Presentan mayor capacidad de defensa frente a pesticidas, ya que algunas bacterias ayudan a degradar compuestos tóxicos.
  • Las crías se desarrollan con mayor vitalidad gracias a la transmisión microbiana de generación en generación.

En cambio, desequilibrios en este sistema —causados por el uso excesivo de antibióticos, la contaminación ambiental o la mala nutrición— pueden debilitar a las abejas y reducir la productividad de la colmena.

Factores que afectan el microbioma

El microbioma intestinal de las abejas es sensible y puede alterarse por diversas razones:

  • Pesticidas y agroquímicos: reducen la diversidad bacteriana y debilitan las defensas naturales.
  • Alimentación artificial prolongada: sustituir néctar y polen por jarabes o harinas puede alterar el equilibrio microbiano.
  • Movilización de colmenas: el estrés de traslados frecuentes afecta la estabilidad del microbioma.
  • Clima y flora disponible: la diversidad de flores influye directamente en la diversidad microbiana de las abejas.

Implicaciones para la apicultura

Los apicultores tienen un papel fundamental en el cuidado del microbioma de sus colonias. Algunas prácticas que favorecen su salud son:

  • Favorecer la alimentación natural, asegurando acceso a flores variadas y libres de químicos.
  • Evitar el uso innecesario de antibióticos en la colmena.
  • Promover la biodiversidad en el entorno agrícola, lo que repercute directamente en la microbiota de las abejas.
  • Explorar alternativas como probióticos naturales específicos para abejas, que han mostrado resultados prometedores en la reducción de enfermedades.

Un aliado invisible para la agricultura

El microbioma intestinal de las abejas es un ejemplo de cómo los sistemas más pequeños sostienen los equilibrios más grandes. Mantener sanas a las abejas significa también proteger la polinización de cultivos y, en última instancia, garantizar la seguridad alimentaria. Por eso, entender y cuidar este mundo microscópico es una tarea compartida entre ciencia, apicultores y agricultores.


Referencias

  • Engel, P., & Moran, N. A. (2013). The gut microbiota of insects – diversity in structure and function. FEMS Microbiology Reviews, 37(5), 699–735.
  • Raymann, K., Shaffer, Z., & Moran, N. A. (2017). Antibiotic exposure perturbs the gut microbiota and elevates mortality in honeybees. PLoS Biology, 15(3), e2001861.
  • Kwong, W. K., & Moran, N. A. (2016). Gut microbial communities of social bees. Nature Reviews Microbiology, 14(6), 374–384.
  • Anderson, K. E., et al. (2013). Microbial ecology of the hive and pollination landscape: Bacterial associates from floral nectar, the alimentary tract and stored food of honey bees (Apis mellifera). PLoS ONE, 8(12), e83125.


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