Los productores de soja pueden aprovechar el cambio climático para aumentar los rendimientos
A medida que el clima sigue calentándose, la desecación atmosférica (la reducción de la cantidad de agua que puede contener el aire) se está convirtiendo en un problema importante para la mayoría de los productores, ya que el fenómeno se asocia comúnmente con la reducción de los rendimientos de los cultivos. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Minnesota sugiere que las legumbres, incluida la soja, por el contrario, se volverán más productivas en condiciones de secado atmosférico si los cultivos se riegan lo suficiente. De hecho, promoverá la fijación biológica de nitrógeno, el proceso que mueve el nitrógeno del aire a la planta a través de sus raíces, promoviendo la salud y la productividad de las leguminosas.
Los investigadores descubrieron que, en condiciones de riego abundante, la fijación de nitrógeno de la soja aumentaba a medida que se intensificaba el secado atmosférico. Este efecto se ha asociado con el secado atmosférico que provoca un aumento en la tasa de transpiración de la planta, lo que resulta en una eliminación más agresiva del agua que se mueve dentro de las plantas desde las raíces. Se plantea la hipótesis de que esto da como resultado la transferencia de compuestos que inhiben la fijación de nitrógeno desde los nódulos de la raíz, que son el sitio donde se produce la fijación de nitrógeno. Un factor importante es el riego.
“El resultado de nuestro estudio indica que potencialmente podemos desarrollar nuevas variedades de soya amigables con el clima que realmente aprovechen este fenómeno de secado atmosférico para mejorar su capacidad de fijación de nitrógeno y aumentar el rendimiento o la resistencia”, comentó Walid Sadok, Profesor Asociado del Departamento de Agronomía. y Genética de Plantas de la Universidad de Minnesota.
“Sabemos que las legumbres son especialmente importantes para la sustentabilidad agrícola porque hacen este increíble truco al usar nitrógeno atmosférico en lugar de depender de fertilizantes sintéticos. Es posible que estas variedades de próxima generación no solo tengan una mejor productividad, sino incluso una menor necesidad de fertilizantes nitrogenados”, agregó Daniel Monnens, estudiante de doctorado en el Departamento de Agronomía y Genética Vegetal.
(Fuente: Universidad de Minnesota).
