Si los reguladores del agua detectan productos fitosanitarios en las aguas superficiales en concentraciones que exceden estructuralmente los estándares, la Comisión de Autorización de Biocidas y Protección de Cultivos (Ctgb) ahora puede intervenir restringiendo o, en el peor de los casos, incluso prohibiendo el uso del producto. Esto, según las agencias gubernamentales, aumentará significativamente la concienciación de los usuarios.
Esta política más estricta en materia de uso de pesticidas fue anunciada recientemente por la propia agencia: “A la hora de evaluar los excesos de las normas, la Ctgb tiene en cuenta los datos del Atlas de Pesticidas, las sustancias llamadas con mayores excesos en caso de reincidencia. de superación, el Ctgb reevaluará la aprobación del producto en cuestión. La nueva norma política se basa en el artículo 44 del Reglamento europeo de productos fitosanitarios. La intervención puede consistir en varias medidas, tales como:
- limitación de dosis;
- limitar la frecuencia de la administración;
- recuperación de algunas aplicaciones;
- eliminación de toda autorización;
- cancelación del permiso total.
Si la Ctgb puede vincular claramente el uso de un producto específico a un sector específico donde se exceden estructuralmente los estándares, la junta puede decidir retirar esa solicitud para el sector relevante.
Si el exceso estructural de estándares implica el uso de un producto en múltiples sectores, incluso podría ser posible revocar la licencia completa. La Ctgb espera tomar las primeras decisiones basadas en la nueva norma política a partir de 2025 y continuar anualmente basándose en los últimos datos de seguimiento del Pesticide Atlas.»
Se recomienda a los fabricantes de productos fitosanitarios (titulares de permisos) que controlen los eventos y alertas relacionados con superaciones estructurales de las normas. Sobre esta base, los fabricantes pueden decidir dejar de comercializar productos para determinadas aplicaciones. Sin embargo, si los productos agrícolas, incluidos los de invernadero, se aseguran de que los residuos de productos fitosanitarios no acaben en las zanjas, no perderán ningún recurso.
Mientras tanto, en las zonas de producción de cultivos de invernadero todavía se encuentran productos fitosanitarios en las aguas superficiales en concentraciones que superan las normas. En ocasiones, esto puede deberse a fugas (no reconocidas) en los sistemas de agua de la empresa. A veces las emisiones se relacionan con invernaderos alquilados donde se producen fugas o donde no se cumplen los requisitos legales.
Fuente: CTGB.