Las mascotas no pueden avisar a sus dueños que tienen demasiado calor, por lo que, a medida que aumentan las temperaturas, es importante que los dueños de mascotas estén al tanto de los golpes de calor (una condición causada por el sobrecalentamiento del cuerpo).
por Sarah Boudreau, Virginia Tech
El golpe de calor es una emergencia médica ; si cree que su mascota sufre una temperatura corporal elevada, busque atención veterinaria con su veterinario de cabecera o un servicio de emergencia veterinaria de inmediato.
¿Qué es el golpe de calor?
El golpe de calor ocurre cuando un ambiente caluroso eleva la temperatura corporal de tu mascota. El golpe de calor ocurre cuando la temperatura corporal de un gato o perro supera los 40 °C.
Algunos signos de insolación incluyen:
- Babeo excesivo
- Jadeo rápido
- Vómitos o arcadas
- Caliente al tacto (especialmente en la parte superior de la cabeza)
- Pérdida de coordinación
- convulsiones
- Incapacidad para permanecer de pie o caminar
El aumento de temperatura corporal comienza a causar estragos en casi todos los sistemas del cuerpo de su mascota. El golpe de calor interrumpe las funciones fisiológicas normales de su mascota, como la circulación y la digestión, y puede provocar insuficiencia multiorgánica. Un daño grave por calor en el cuerpo de su mascota puede provocar convulsiones, coma, daño hepático y gastrointestinal, insuficiencia renal y shock.
¿Qué debo hacer si mi mascota sufre un golpe de calor?
Primero, retire al animal del calor: llévelo adentro o a la sombra. Después, llévelo al veterinario lo antes posible.
Mientras tanto, puede usar toallas húmedas o agua a temperatura ambiente, como agua del grifo, para refrescar la cabeza y el cuerpo de su mascota. Coloque a su mascota frente a un ventilador u otro dispositivo de ventilación, como un aire acondicionado, para ayudarla a refrescarse. No permita que el enfriamiento excesivo retrase el traslado a la clínica veterinaria más cercana. NUNCA sumerja a su mascota en hielo o agua fría , ya que esto puede provocarle un shock. El agua debe estar a temperatura ambiente o fría al aplicarla sobre el cuerpo de su mascota.
Hay varias formas en que su veterinario podría tratar el golpe de calor , dependiendo de la gravedad de la condición de su mascota:
- Proporcionar oxígeno
- Refrigeración activa
- Suministro de líquidos, ya sea por vía intravenosa o subcutánea.
- Administración de medicamentos para apoyar el tracto gastrointestinal y el corazón de su mascota.
- Seguimiento estrecho u hospitalización, dependiendo de la gravedad de su condición.
- Realizar pruebas para evaluar el daño y la función de los órganos.
Causas del golpe de calor en las mascotas
El calor, la humedad y la falta de ventilación provocan insolación en las mascotas. La falta de acceso a la sombra o al agua puede agravar el problema. Los coches son especialmente peligrosos: retienen el calor en su interior como si fueran invernaderos, y la temperatura en un coche aparcado puede subir decenas de grados incluso en un día relativamente fresco.
Solemos pensar que el golpe de calor afecta a los perros, pero los gatos también pueden sufrirlo. Al igual que los perros, los gatos tienen glándulas sudoríparas entre las almohadillas de las patas, pero a diferencia de ellos, no suelen jadear para refrescarse. En los gatos, el jadeo es una señal de estrés o sobrecalentamiento.
Algunos perros (como los de hocico corto) pueden sobrecalentarse por la excitación o el estrés, incluso en días que no son especialmente calurosos. Las mascotas con hocico corto, pelaje grueso y obesidad son más propensas a sufrir un golpe de calor porque les resulta más difícil regular su temperatura corporal. Los perros que no están aclimatados a un ambiente cálido pueden sufrir un tipo de golpe de calor llamado golpe de calor por esfuerzo al hacer ejercicio.
El golpe de calor es un problema grave. Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, asegúrese de que su mascota tenga acceso a la sombra y al agua, y no la deje en un coche caliente. Evite pasear a su perro durante las temperaturas máximas; mejor, escójalo temprano por la mañana o al final de la tarde. El ejercicio puede aumentar la temperatura corporal central y también provocar un golpe de calor cuando las temperaturas ambientales son elevadas.
