Una antigua leyenda japonesa promete que los dioses le concederán un deseo a cualquiera que doble mil grullas de origami.
Raúl Rivas González, Universidad de Salamanca
Estas aves se convirtieron en símbolo de paz en Japón debido a la historia de Sadako Sasaki, una niña que tenía dos años el 6 de agosto de 1945. Fue la fecha en la que el piloto Paul Tibbett, de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, voló el bombardero Enola Gay sobre la ciudad de Hiroshima para lanzar una bomba atómica llamada “Little Boy”.
Hacia finales de 1945, la bomba había matado a 166 000 personas en Hiroshima, aunque solo la mitad falleció el día del bombardeo. Sadako, con su madre y su hermano, escapó de los incendios y sobrevivió al impacto de la bomba. Pero al cabo de un tiempo enfermó de leucemia, atribuida a la exposición a la lluvia negra radiactiva que cayó sobre la ciudad.
Sadako fue ingresada en el hospital, pero se mantuvo optimista y resistente. Inspirada en la historia de las grullas de origami comenzó a recolectar cientos de trozos de papel para plegar cientos de aves y desear sanar por completo.
Después de doblar su milésima grulla, Sadako pidió el deseo de estar bien de nuevo. Lamentablemente, no se hizo realidad y falleció a los doce años rodeada de familia y con 1300 grullas de origami en su habitación.
Las grullas, aves simbólicas para muchas culturas
En toda Asia, la grulla es un símbolo de felicidad y eterna juventud. La belleza de las grullas y sus espectaculares danzas de apareamiento las han convertido en aves simbólicas en muchas culturas. La mitología de las grullas está muy extendida y podemos encontrar referencias a estos animales en áreas como el Egeo, Arabia del Sur, China, Corea, Japón y en las culturas nativas de América del Norte. La grulla aparece en las Fábulas de Esopo, Plinio el Viejo escribió sobre ellas y Aristóteles describió la migración de estas aves en la Historia de los animales.
Las migraciones masivas que realizan las grullas son extraordinarias y espectaculares. Cada año, entre 400 000 y 600 000 grullas grises, el 80 % de todas las grullas del planeta, se congregan a lo largo de un tramo de 80 millas del curso central del río Platte en Nebraska. Lo hacen para engordar con los granos de desecho de los campos de maíz cosechados, en preparación para el viaje a sus zonas de anidación árticas y subárticas.
Dos veces al año, más de 500 millones de aves, de más de 400 especies, atraviesan el área del Parque del Lago/Valle Hula en Israel, mientras migran de Europa a África y viceversa. Este lugar es uno de los diez sitios más importantes para la observación de aves en el mundo. Según la Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel (SPNI), alrededor de 100 000 grullas comunes llegan allí cada año desde Rusia y el este de Escandinavia y unas 40 000 de ellas se quedan durante el invierno.
Un nuevo brote de gripe aviar en aves de Israel
Por desgracia, en los últimos días, más de 5 000 grullas migratorias han muerto en la Reserva Natural de Hula, en lo que ha supuesto el peor golpe para la vida silvestre en la historia de Israel, a juicio de la ministra de Medio Ambiente del país, Tamar Zandberg.
El responsable ha sido el virus de la gripe aviar H5N1.
La amenaza zoonótica del virus de la gripe aviar H5N1 sigue siendo elevada debido a la propagación del virus entre aves. Los eventos de muertes masivas de aves, como es el caso de las grullas en Israel, son preocupantes. Aunque el riesgo pandémico general asociado con el H5N1 no se considera que haya cambiado en comparación con años anteriores.
De todas formas, la OMS recomienda a los Estados miembros que siempre que aparezcan brotes de este tipo permanezcan atentos. Además, es conveniente que consideren medidas de mitigación para reducir la exposición humana a aves potencialmente infectadas para reducir el riesgo de infecciones zoonóticas adicionales.
¿Qué riesgos comporta la gripe aviar para los humanos?
El virus de la influenza aviar H5N1 altamente patógeno (HPAI) de origen asiático es muy contagioso y particularmente mortal entre las aves de corral. El virus fue detectado por primera vez en 1996 en gansos en China y por primera en seres humanos en 1997 en medio de un brote originado en aves de corral en Hong Kong.
A nivel global, desde 2003 hasta 2021 se han notificado 863 casos de infección humana por el virus de la influenza A (H5N1) que han sido reportados en 18 países. De estos 863 casos, 456 fueron mortales, lo que muestra una tasa de letalidad del 53 %. El último caso fue notificado en julio de 2021 en la India.
Existen cuatro tipos de virus de gripe estacional, que son denominados como virus influenza A, virus influenza B, virus influenza C y virus influenza D. El reservorio ancestral de todos los virus influenza tipo A son las aves acuáticas. En particular, las incluidas en el orden Anseriformes (al que pertenecen los gansos o los patos) y en el orden Charadriiformes (donde se encuentran las gaviotas).
Todas las pandemias de gripe conocidas han sido ocasionadas por virus gripales del tipo influenza A. Los influenzavirus A son los únicos responsables de la gripe aviar, además de ser los agentes causales de la gripe común en humanos y de las gripes porcina y equina.
Virus con una alta tasa de mutación
Los virus de la gripe poseen una alta tasa de mutación y un fenómeno conocido como redistribución genética que permite al virus generar muchas combinaciones distintas. Los virus de la influenza tipo A pueden dividirse en diferentes subtipos dependiendo de los genes que constituyen las proteínas de superficie, la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N).
Estas proteínas constituyen los sitios principales de reconocimiento antigénico por parte del sistema inmunitario del hospedador. Existen 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de neuraminidasa diferentes, de H1 a H18 y de N1 a N11 respectivamente, por lo que, potencialmente existen decenas de combinaciones del subtipo de la influenza A y H5N1 es una de ellas. Es destacable que dentro de cada subtipo existe una considerable variabilidad genética, antigénica y fenotípica, lo que repercute en la patogenicidad de la cepa.
La mayoría de los subtipos de virus influenza patógenos para los seres humanos se originan en aves y cerdos. Estos últimos se consideran un recipiente de recombinación ideal para variantes de diversos orígenes.
Así llega a los humanos
En las aves acuáticas, principalmente de los órdenes Anseriformes y Charadriiformes, los virus de influenza A se replican y son eliminados del tracto digestivo. Esto permite la transmisión por el agua.
En humanos, porcinos y otros modelos de mamíferos, los virus de la influenza se replican en el tracto respiratorio superior o inferior, debido a la presencia de los receptores de ácido siálico necesarios, lo que favorece la transmisión aérea.
Los subtipos zoonóticos más importantes del virus de la influenza A pertenecen a los subtipos con proteínas hemaglutininas 5 y 7. De los dos subtipos altamente patógenos conocidos (H5 y H7), casi todos los casos mortales en humanos han sido causados por el linaje euroasiático H5N1.
Las características epidemiológicas del virus de la influenza aviar H5N1, incluidas la variedad de huéspedes, la supervivencia en el medio ambiente, la dosis infecciosa mínima, la patogenicidad y las tasas de excreción, parecen respaldar su endemicidad a gran escala en algunos ecosistemas por lo que, por nuestro bien, es prudente vigilar y monitorear la aparición de brotes en aves de este virus.
Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología, Universidad de Salamanca
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.