Los suelos ácidos se encuentran entre los factores limitantes para el rendimiento de cultivos como el maíz, ya que interfieren con la absorción de fertilizantes.
Óscar Vazquez, Director Comercial de Galical, España, fabricante líder de productos de cal para la agricultura con servicios de aplicación integrados, ofrece varias recomendaciones para el cultivo exitoso del maíz en las páginas del portal www.campogalego.es.
“El encalado es necesario en aquellas fincas donde el pH del suelo es inferior a 5,5, de lo contrario, los nutrientes (NPK) no estarán completamente disponibles para la planta y, por lo tanto, para una buena cosecha.
Lo óptimo es lograr un pH de 6 a 7. Para el maíz, un cultivo con baja tolerancia a la toxicidad debido a la saturación de aluminio que ocurre en suelos ácidos, el pH óptimo es de 6 a 7.2. Por supuesto, el trabajo de encalado debe comenzar con el análisis del suelo para conocer su nivel de PH.
Además, cuanto más bajo es el pH, los herbicidas menos efectivos, especialmente los pesticidas de preemergencia. Sus moléculas están diseñadas para suelos con pH neutro y pierden su eficacia en suelos ácidos con alto contenido orgánico.
¿Cuál es la diferencia entre la cal y la piedra caliza? Esto es fácil de entender si sabemos que la caliza es una piedra que se extrae sin cocción, y la cal es un producto que obtenemos después de quemar caliza y/o dolomita a una temperatura de 900° a 1100°C. En este proceso, la piedra caliza pierde dióxido de carbono en forma de gas y se forma óxido de calcio, la llamada cal viva.
Tanto la cal viva como la cal apagada se distinguen de la piedra caliza por su alto contenido en calcio y magnesio.
- Cal: más del 60% de óxido de calcio (CaO)
- Caliza: menos del 60% CaO.
- Cal dolomita: más del 40% CaO y 20% óxido de magnesio (MgO).
- Caliza dolomítica: menos del 40% CaO y 20% MgO.
Cal viva para reducir rápidamente la acidez del suelo
En concreto, Galical ofrece aditivo de cal viva en tres formulaciones diferentes:
– Cal viva granulada: con un 90% de óxido de calcio (CaO).
– Cal viva granulada de dolomita con un 35% de óxido de magnesio (MgO) y un 60% de CaO. El magnesio es un nutriente a menudo deficiente en los suelos y es esencial para el crecimiento de cultivos como el maíz.
– Cal viva con 80% CaO.
El encalado de la tierra con cal viva o dolomías calcinadas reduce rápidamente la acidez del suelo debido a su gran capacidad neutralizante. Los tres productos son fácilmente absorbidos por el suelo y su aplicación es sencilla y rápida. Además, al ser productos en forma de óxidos, se pueden aplicar en bastos sin polvo. Los tamaños más utilizados son 0-4 y 3-7 mm.
Cal apagada: un producto de fácil absorción por el suelo
Galical lo presenta en dos formulaciones: cal apagada, con un 65% CaO, y cal apagada más dolomita: 53% CaO y 23% MgO.
La cal apagada o el hidróxido de calcio es un buen desacidificante y se puede utilizar como un revestimiento simple. Una mezcla de cal apagada (hidróxido de calcio) y dolomita (carbonato de calcio y magnesio) asegura una rápida absorción por el suelo debido a su alto contenido de cal. Del mismo modo, el magnesio que se encuentra en la dolomita actúa como neutralizador de ácidos y es esencial para la actividad de la clorofila en la planta.
Carbonato de calcio – regular y fino
El producto típico es piedra caliza finamente molida, que es 98% de carbonato de calcio (CaCo3). Alta solubilidad y acción lenta.
Carbonato de calcio finamente disperso (52% CaO/6% MgO) – Carbonato de calcio finamente molido hasta 0,63 mm para su posterior granulación. Su aspecto libre de polvo, esférico y compacto asegura una alta solubilidad y una acción rápida.
Caliza dolomítica
Producto finamente molido de alta solubilidad y rápida acción (33% CaO y 17% MgO).
“Cabe señalar que hoy en día existen las últimas tecnologías para la aplicación de productos de cal, como una aplicación de GPS que garantiza un encalado eficiente y uniforme en todo el sitio, o dosificadores, dispositivos para reducir pérdidas”, dijo el experto.
(Fuente: www.campogalego.es. Foto: Natalia Shapovalova).
