Los hongos micorrícicos arbusculares reescriben las reglas de la defensa vegetal frente a enfermedades


Cómo la simbiosis subterránea fortalece las raíces y modifica la respuesta de las plantas a los patógenos


Redacción Mundo Agropecuario

Durante décadas, la protección de los cultivos frente a enfermedades se ha centrado principalmente en el uso de productos fitosanitarios y en la mejora genética de las plantas. Sin embargo, nuevas investigaciones están demostrando que una parte crucial de la defensa vegetal ocurre bajo el suelo, en un espacio invisible pero altamente dinámico. Un reciente estudio difundido por el medio especializado AgroXXI revela que los hongos micorrícicos arbusculares desempeñan un papel mucho más activo de lo que se creía en la resistencia de las raíces a las enfermedades, llegando incluso a modificar la forma en que las plantas responden a la infección de patógenos.

Los investigadores han descubierto que estos hongos beneficiosos, que viven en simbiosis con las raíces de la mayoría de las plantas cultivadas, alteran la membrana celular vegetal en los puntos donde los patógenos intentan penetrar. Este hallazgo aporta una nueva comprensión de cómo las plantas coordinan sus mecanismos de defensa en condiciones naturales complejas, y abre perspectivas prometedoras para una agricultura más sostenible y menos dependiente de insumos químicos.

Qué son los hongos micorrícicos arbusculares y por qué son tan importantes

Los hongos micorrícicos arbusculares forman asociaciones simbióticas con las raíces de aproximadamente el 80 % de las plantas terrestres. A través de esta relación, el hongo facilita la absorción de nutrientes esenciales como fósforo y micronutrientes, mientras que la planta le suministra compuestos carbonados producto de la fotosíntesis.

Tradicionalmente, esta simbiosis se ha valorado sobre todo por sus beneficios nutricionales. Sin embargo, en los últimos años ha quedado claro que las micorrizas cumplen también un papel clave en la salud del sistema radicular, influyendo en la tolerancia al estrés hídrico, la estructura del suelo y, como demuestra este nuevo estudio, en la defensa frente a enfermedades.

Un nuevo mecanismo de protección frente a patógenos

La investigación citada por AgroXXI muestra que los hongos micorrícicos no se limitan a competir con los patógenos por espacio o recursos, como se pensaba anteriormente. En cambio, inducen cambios específicos en las membranas celulares de las raíces en las zonas donde los agentes patógenos intentan establecerse.

Estos cambios estructurales y bioquímicos dificultan la entrada y propagación de los organismos causantes de enfermedades, reforzando la barrera defensiva de la planta. En la práctica, esto significa que la planta micorrizada no solo está mejor nutrida, sino que también está mejor preparada para resistir infecciones, incluso antes de que se activen los mecanismos clásicos de defensa.

Coordinación de defensas en condiciones naturales complejas

Uno de los aspectos más relevantes del hallazgo es que pone de manifiesto la capacidad de las plantas para coordinar múltiples sistemas de defensa de forma integrada. La presencia de hongos micorrícicos actúa como una especie de modulador que ajusta la respuesta de la planta a los ataques externos, permitiendo una reacción más eficiente y localizada.

Este tipo de defensa es especialmente valioso en condiciones naturales, donde las plantas están expuestas simultáneamente a diversos estreses bióticos y abióticos. La interacción con los hongos simbióticos permite a la planta optimizar sus recursos, evitando respuestas defensivas excesivas que podrían afectar negativamente al crecimiento y la productividad.

Implicaciones para la protección vegetal moderna

Los resultados de este estudio tienen implicaciones directas para el diseño de nuevas estrategias de protección vegetal. El uso de micorrizas como herramienta para reforzar la resistencia natural de los cultivos podría reducir la necesidad de fungicidas y otros productos químicos, contribuyendo a una agricultura más respetuosa con el medio ambiente.

Además, comprender cómo los hongos micorrícicos modifican las reglas de la infección patogénica permite avanzar hacia enfoques de manejo más preventivos, basados en el fortalecimiento del sistema radicular y la salud del suelo como primera línea de defensa.

Aplicación práctica en sistemas agrícolas

En el campo, la incorporación de inoculantes micorrícicos y el manejo adecuado del suelo son factores clave para aprovechar estos beneficios. Prácticas como la reducción del laboreo intensivo, el uso racional de fertilizantes y la diversificación de cultivos favorecen el desarrollo de comunidades micorrícicas estables.

Para los productores, esto se traduce en cultivos más equilibrados, con una mayor capacidad para enfrentar enfermedades del suelo sin depender exclusivamente de intervenciones externas. En sistemas agrícolas sometidos a presión por patógenos persistentes, la micorrización puede convertirse en un aliado estratégico para mejorar la resiliencia productiva.

Un cambio de enfoque en la sanidad vegetal

El descubrimiento de que los hongos micorrícicos arbusculares pueden alterar directamente la respuesta celular de las plantas frente a los patógenos supone un cambio de paradigma en la sanidad vegetal. Ya no se trata solo de combatir al agente causante de la enfermedad, sino de fortalecer la relación planta–microorganismo beneficioso para que la defensa surja desde el propio ecosistema del suelo.

Este enfoque encaja plenamente con las tendencias actuales hacia una agricultura más sostenible, donde la biología del suelo y las interacciones naturales son vistas como recursos clave para enfrentar los desafíos productivos y ambientales del futuro.

Conocimiento científico al servicio del agricultor

La investigación sobre micorrizas sigue revelando la complejidad y el potencial de estas asociaciones simbióticas. Entender cómo los hongos micorrícicos arbusculares protegen las raíces y redefinen las reglas de la infección patogénica ofrece a agricultores y técnicos nuevas herramientas conceptuales y prácticas para mejorar la sanidad de los cultivos.

En un contexto de restricciones crecientes al uso de fitosanitarios y de mayor demanda social por alimentos producidos de forma responsable, este tipo de avances científicos refuerza la importancia de integrar el conocimiento ecológico en las decisiones agronómicas cotidianas.

Referencias

AgroXXI. Griby arbuskuljarnoi mikorizy zaschischayut korni rastenii ot boleznei, perepisyvaja pravila zarazhenija.
https://www.agroxxi.ru/gazeta-zaschita-rastenii/zrast/griby-arbuskuljarnoi-mikorizy-zaschischayut-korni-rastenii-ot-boleznei-perepisyvaja-pravila-zarazhenija.html



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