Los agricultores brasileños cultivarán trigo de acuerdo con las rotaciones de cultivos existentes y las especificidades agrarias del país
El 19 de octubre, en el Field Day Biotrigo 2022, realizado en Passou Fundo (estado de Rio Grande do Sul), se realizaron presentaciones de nuevas tecnologías para el trigo. El evento contó con la presencia de más de 300 personas, entre agricultores, comerciantes de semillas y representantes de la industria molinera, según el portal www.minutorural.com.br.
Rio Grande do Sul es considerada una de las regiones trigueras prometedoras de Brasil con una cosecha esperada de casi 4 millones de toneladas.
Según Fernando Michel Wagner, gerente comercial de Biotrigo en América Latina, la clave es la capacidad de integrar el trigo en la rotación de cultivos debido a las variedades específicas: “Una de estas innovaciones, cuyo punto clave es aumentar la productividad de los campo en su conjunto, es TBIO Motriz. Además de ser resistente a la pudrición del cogollo por Fusarium y a la mancha foliar causada principalmente por bacterias del género Pseudomonas, la variedad llega a una plataforma de ciclo medio/tardío, convirtiéndose en una herramienta útil en la siembra escalonada. Otro ejemplo es la variedad de maduración temprana TBIO Capaz, que permite al productor escalonar la siembra, estando en la mejor posición cuando la ventana de siembra está cerrada. El paquete fitosanitario de la variedad incluye resistencia al mosaico del trigo, mancha foliar. Hay una variedad dirigida al mercado de la confitería y la galletería”.
Aunque Brasil es considerado una de las mayores potencias agrícolas del mundo, todavía sufre de dependencia de las importaciones de trigo. La mayor parte de las materias primas para la producción de pan y pasteles se producen fuera del país.
Actualmente, los brasileños consumen entre 12 y 13 millones de toneladas de trigo por año, y la producción nacional de granos debe alcanzar al menos 8 millones de toneladas en 2022, según la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).
Se estima que la superficie total de cultivo de trigo se incrementará a un millón de hectáreas en el sistema de riego en la región del Cerrado y se incluirán 2,5 millones de hectáreas adicionales en el sistema del Cerrado de temporal, donde se siembran cultivos sin necesidad de riego constante.
“El país, que ya es líder mundial en la producción de soja y el tercer mayor productor de maíz, finalmente está en el camino de ser autosuficiente en trigo. Con esa independencia en la producción de granos, sus derivados deberían abaratarse, como en el caso del pan, importante alimento básico en la mesa brasileña. Además, dada la demanda internacional, si logramos la autosuficiencia, Brasil podría convertirse en un exportador de trigo, lo que tendrá un impacto positivo en el agronegocio y la balanza comercial de Brasil”, comentó Sandro Marin, especialista en comercio exterior y director de Tek Trade. Al sr.
(Fuente: www.minutorural.com.br.)