El Gobierno aprueba una hoja de ruta para fortalecer la producción sostenible de grano ante la dependencia exterior
Redacción Mundo Agropecuario
Portugal ha dado un paso estratégico en materia de seguridad alimentaria y política agraria al aprobar una resolución gubernamental destinada a aumentar la producción sostenible de cereales y reducir su elevada dependencia de las importaciones. La decisión, adoptada recientemente en el Consejo de Ministros, responde a una realidad estructural preocupante: el país apenas alcanza un 19 % de autosuficiencia en cereales, y en el caso del trigo la cifra es incluso menor.
La información, difundida por el medio agropecuario AgroXXI, sitúa esta nueva estrategia como una respuesta directa a los desequilibrios históricos del sector cerealista portugués, agravados en los últimos años por la volatilidad de los mercados internacionales, el aumento de los costes de producción y los efectos cada vez más visibles del cambio climático sobre la agricultura mediterránea.
Una dependencia estructural que preocupa al sector agrario
Portugal es uno de los países de la Unión Europea con menor grado de autosuficiencia cerealista. Durante décadas, la disponibilidad de grano barato en los mercados internacionales y la orientación productiva hacia otros cultivos más rentables relegaron a los cereales a un papel secundario dentro del sistema agrario nacional.
Sin embargo, las crisis recientes —desde las disrupciones logísticas globales hasta los conflictos geopolíticos que afectan a grandes productores de grano— han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de este modelo. La baja producción interna de trigo, cebada y otros cereales básicos no solo tiene implicaciones económicas, sino también estratégicas, al afectar a la cadena de valor agroalimentaria y a la estabilidad de sectores como la ganadería.
Objetivos centrales de la nueva estrategia cerealista
La resolución aprobada por el Gobierno portugués establece una estrategia integral orientada a incrementar la producción nacional de cereales de forma sostenible, sin comprometer los recursos naturales ni los compromisos ambientales del país. Entre los objetivos centrales se encuentra el aumento progresivo de la superficie cultivada, la mejora de los rendimientos y la reducción de la brecha entre consumo interno y producción local.
El enfoque no se limita a un simple incremento de hectáreas sembradas, sino que apuesta por una modernización del sistema productivo, incorporando innovación agronómica, mejor gestión del agua y prácticas adaptadas a las condiciones climáticas locales. De este modo, se busca que el crecimiento de la producción sea compatible con la conservación del suelo y la eficiencia en el uso de insumos.
Sostenibilidad y adaptación al clima como ejes del plan
Uno de los pilares fundamentales de la estrategia es la sostenibilidad agrícola. En un contexto marcado por sequías recurrentes y una creciente irregularidad de las precipitaciones, el plan pone el acento en la adaptación de los sistemas cerealistas a un clima cada vez más extremo.
Esto incluye la promoción de variedades más resistentes al estrés hídrico, la optimización de las rotaciones de cultivos y el uso de prácticas que mejoren la fertilidad del suelo y su capacidad de retención de agua. La estrategia reconoce que, sin una base agroecológica sólida, cualquier intento de aumentar la producción estaría condenado a ser insostenible a medio plazo.
Impacto esperado en agricultores y territorios rurales
Para los agricultores portugueses, la nueva estrategia supone tanto una oportunidad como un desafío. El refuerzo del sector cerealista puede contribuir a diversificar las rentas agrarias, reducir la dependencia de mercados externos y revitalizar zonas rurales donde el abandono agrícola ha sido una constante en los últimos años.
No obstante, el éxito del plan dependerá en gran medida de su implementación práctica, del acceso a incentivos adecuados y de la capacidad de los productores para adoptar nuevas tecnologías y prácticas de manejo. La estrategia gubernamental apunta a un acompañamiento técnico y a un marco de apoyo que facilite esta transición, especialmente para los pequeños y medianos productores.
Implicaciones para la cadena agroalimentaria y la ganadería
El aumento de la producción nacional de cereales tiene efectos directos sobre toda la cadena agroalimentaria, en particular sobre el sector ganadero, altamente dependiente del grano importado para la elaboración de piensos. Una mayor disponibilidad de cereales locales podría contribuir a estabilizar costos, reducir la exposición a la volatilidad internacional y mejorar la resiliencia del sistema alimentario portugués.
Desde una perspectiva estratégica, reforzar la producción cerealista también permite a Portugal alinearse con los objetivos europeos de autonomía alimentaria y reducción de riesgos en el suministro de materias primas esenciales.
Una decisión política con visión de largo plazo
La aprobación de esta estrategia refleja un cambio de enfoque en la política agraria portuguesa, que reconoce el valor estratégico de los cereales más allá de su rentabilidad inmediata. En un escenario global incierto, marcado por tensiones geopolíticas y climáticas, la capacidad de producir alimentos básicos adquiere un peso creciente en la agenda pública.
Aunque los resultados no serán inmediatos, la hoja de ruta adoptada por el Gobierno sienta las bases para una recuperación progresiva del sector cerealista, siempre que se mantenga la coherencia entre los objetivos políticos, los instrumentos de apoyo y la realidad del campo portugués.
Referencias
AgroXXI. Portugalija prinjala zernovuyu strategiyu dlya povysheniya samodostatochnosti po zernu.
https://www.agroxxi.ru/mirovye-agronovosti/portugalija-prinjala-zernovuyu-strategiyu-dlja-povyshenija-samodostatochnosti-po-zernu.html
Información procedente de resoluciones del Consejo de Ministros de Portugal y análisis sectoriales citados en el artículo original.
