Caracterizan las prácticas ganaderas y las estrategias de alimentación de los rebaños de animales domésticos en zonas de alta montaña durante el Neolítico antiguo
UAB/DICYT La investigación sobre las estrategias de gestión y aprovechamiento de los recursos animales en las zonas de alta montaña durante el Neolítico antiguo, hace entre 6.500 y 7.500 años, ha estado condicionada por la presunción de que las ocupaciones humanas en estas zonas tenían un carácter principalmente estacional y que las prácticas económicas se centraban sobre todo en el aprovechamiento de los recursos silvestres. En lo referente a la ganadería, tradicionalmente se ha destacado el papel de la trashumancia de ovejas y cabras en las zonas altas, otorgando un papel marginal a las actividades ganaderas y subrayando principalmente el mantenimiento temporal de los rebaños de estos animales.
Investigadoras de Laboratorio de Arqueozoología y del Grupo de Arqueología de Alta Montaña de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), de la Universidad de Évora (Laboratório HERCULES), de la Institución Milá i Fontanals-CSIC y de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón han caracterizado, por primera vez, las prácticas ganaderas y las estrategias de alimentación de los rebaños de animales domésticos en zonas de alta montaña durante el Neolítico antiguo, concretamente en el yacimiento arqueológico de Coro Trasito (Sobrarbe, Aragón). Estas investigaciones han proporcionado nuevos elementos para el estudio de la complejidad de los procesos de neolitización en el Pirineo central.
El estudio desarrollado por el equipo de investigación se ha centrado en evaluar la ecología animal, las estrategias de gestión ganadera y las prácticas de alimentación animal implementadas por las primeras sociedades asentadas en zonas de alta montaña (a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar). Para ello, el equipo ha integrado por primera vez en contextos de alta montaña los análisis de isótopos estables de carbono y de nitrógeno en colágeno óseo —el estudio de estos dos isótopos puede utilizarse para conocer la dieta y la posición en la cadena trófica de los animales— con los análisis arqueozoológicos de los restos de animales de la época. Gracias a esta integración se ha conseguido documentar estrategias de gestión y alimentación diferentes entre rebaños.
Los resultados obtenidos han demostrado que los rebaños de aquellos primeros pobladores eran pequeños y estaban formados por unos pocos individuos de cada especie, vacas, cabras, ovejas y cerdos (Bos taurus, Capra hircus, Ovis aries y Sus domesticus), y destinados al aprovechamiento de la carne y de la leche. Además, han documentado el aumento de la importancia económica del cerdo (Sus domesticus) durante el Neolítico.
La presencia en algunos de los casos estudiados de diferentes modos de gestión alimentaria de los rebaños, con el acceso a diferentes pastos y la posible aportación de forraje, principalmente de productos agrícolas sobrantes, muestran cómo las prácticas ganaderas desarrolladas en el asentamiento de Coro Trasito estaban consolidadas a inicios del Neolítico y relacionadas con las prácticas agrícolas. El estudio también muestra que los rebaños estaban adaptados a las condiciones ambientales de la cueva.
Los resultados de los análisis arqueozoológicos, isotópicos y arqueológicos han demostrado que los pobladores de Coro Trasito aprovecharon principalmente los recursos domésticos. Además, la presencia de actividades de transformación relacionadas con productos lácteos y grasas y la existencia de estructuras de almacenamiento dentro de la cueva indican la complejidad de los procesos de neolitización en el Pirineo central y cómo estas zonas se integraron rápidamente en un sistema económico más amplio y complejo.