CHONGQING, China – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó este jueves 25 una iniciativa para reducir la necesidad de antimicrobianos en las granjas, y enfrentar las amenazas que plantea la resistencia a esos productos para la salud, humana, animal y el ambiente.
Qu Dongyu, director general de la FAO, afirmó que “el uso persistente de antimicrobianos en la producción ganadera es preocupante para la salud humana, el bienestar animal y la sostenibilidad ambiental”, en un mensaje de vídeo dirigido a un simposio internacional sobre la materia en esta ciudad del suroeste de China.
“Debemos explorar vías innovadoras para frenar el uso de antimicrobianos y promover prácticas sostenibles que salvaguarden la salud pública y el bienestar de nuestro planeta, al tiempo que mejoran la productividad ganadera”, dijo Qu.
La iniciativa Renofarm que propone la FAO tiene como objetivo proporcionar a los países apoyo político, asistencia técnica, desarrollo de capacidades e intercambio de conocimientos para ayudar a reducir la necesidad de antimicrobianos en la producción ganadera.
Las prioridades serán la salud humana y el bienestar animal, mitigar el impacto ambiental, y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, en apoyo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en su Agenda 2030, según la FAO.
Qu dijo que Renofarm implica trabajar junto con gobiernos, agricultores, organizaciones del sector privado, la sociedad civil y otros actores, para promover las “5 G” agrícolas: buenos servicios de salud, buenas prácticas de producción, buenas alternativas, buenas conexiones y buenos incentivos.
Los antimicrobianos son agentes que matan o detienen el crecimiento de microorganismos, su empleo masivo aumenta la farmacodependencia y puede crear superbacterias, haciendo que las infecciones sean más difíciles de tratar, y por eso participan en la muerte de millones de personas cada año.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos ya no responden a los agentes antimicrobianos.
Como resultado, los antibióticos y otros agentes antimicrobianos se vuelven ineficaces, las infecciones se vuelven difíciles o imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades y muertes.
Los antimicrobianos incluyen los microbiocidas como alguicidas, bactericidas, fungicidas y virucidas. También están los pesticidas, mayoritariamente químicos, como acaricidas, insecticidas, herbicidas, arboricidas y graminicidas, y antibióticos que incorporados al pienso de los animales estimulan su crecimiento.
Los plaguicidas antimicrobianos también se utilizan en la agricultura para tratar y prevenir enfermedades en las plantas.
Por ello la FAO junto a la Organización Mundial de Sanidad Animal y otras agencias se propone llevar Renofarm a más de 100 países, a partir de pruebas piloto en el sector avícola de la provincia de Lampung (Indonesia), y en Uganda y Nigeria.
En Indonesia se está creando una Escuela de Campo centrada en empoderar a los agricultores a nivel comunitario, en el marco del proyecto para desarrollar la capacidad y la conciencia sobre el control de la resistencia a los antimicrobianos.
Ya se capacitó a 20 facilitadores y se probaron los conceptos de mejores prácticas y experiencias avicultores locales.
En Lampung la transición a un sistema de jaulas semicerradas ha tenido un impacto positivo en las prácticas de bioseguridad, disciplina al respecto de los agricultores y reducción del uso de antimicrobianos, aunque todavía se les aplique moderadamente en garantizar la seguridad de los pollitos.
En Chongqing el Simposio Internacional sobre Vías para Reducir la Necesidad de Antimicrobianos para Apoyar la Ganadería Sostenible busca generar insumos para la conferencia ministerial de alto nivel sobre RAM prevista para noviembre de este año en Arabia Saudita.