En Argentina se prueba la aplicación perpendicular de nitrógeno líquido durante el macollamiento del trigo


Científicos argentinos están estudiando cómo aumentar el rendimiento del trigo utilizando fertilizantes nitrogenados sin dañar el cultivo.


Vicente Gudel es investigador de la Estación Experimental Agrícola. Marcos Juárez en Córdoba, el Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias INTA recomienda analizar cada campo de trigo y, con base en los resultados del análisis de suelo, evaluar la factibilidad de aplicar o refertilizar con nitrógeno, así como la respuesta de las plantas a la fertilización con nitrógeno aplicada hasta el momento.

“Es conveniente fertilizar el trigo con nitrógeno antes de la siembra o durante la siembra si se tiene una sembradora que aplica fertilizante al costado y debajo de la semilla. La fertilización con nitrógeno durante el macollamiento dependerá de la lluvia en la gran mayoría de las prácticas actuales, pero estamos trabajando para optimizarla”, afirma Gudel.

El nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S) son nutrientes esenciales para el trigo. El zinc (Zn) es otro nutriente que alguna vez condujo a mayores rendimientos en este cultivo.

“Los valores críticos para el fósforo en el suelo oscilan entre 12 y 20 ppm y para el azufre entre 7 y 10 ppm de S-SO4. Si el valor está por debajo de estos rangos, se debe aplicar fertilizante. Dado que la planta necesita estos nutrientes desde el principio, se recomienda aplicar fertilizante antes o en el momento de la siembra”. En términos de nitrógeno, el nitrógeno total disponible en el momento de la siembra más el mineralizado por el suelo desde la siembra hasta la madurez fisiológica debe rondar los 140-150 kg N por hectárea, en la práctica esto puede variar entre 120 y 160 kg por hectárea. Todo lo que se necesita para conseguir esta cantidad, aparte de lo que aporta el suelo, hay que complementarlo con fertilizantes. Si se decide utilizar un fertilizante líquido como la UAN, aplíquelo en forma de goteo y lo más temprano posible durante el macollamiento para evitar mayores daños por quemado y asegurar la recuperación de las hojas”, puntualizó el investigador.

Asimismo, una estrategia que mejora el uso de fertilizantes nitrogenados, tanto UAN como urea, es tener en cuenta las previsiones climáticas y aplicarlas antes de las precipitaciones previstas para garantizar que este nitrógeno llegue al suelo.

“Me gustaría señalar que en nuestra región se ha desarrollado una tecnología de fertilización que incluye nitrógeno líquido durante el macollamiento, perpendicular a la línea de siembra, con disco y reja a una distancia de 38 centímetros entre surcos, lo que permite Aplicar nitrógeno eficazmente durante el macollamiento de los cultivos, independientemente de la lluvia”, destacó el investigador.

“Si necesitamos aumentar el porcentaje de proteína en el grano, entonces se debe aplicar nitrógeno en etapas posteriores de crecimiento, después de la hoja bandera. En este caso, utilizar como fertilizante una solución de urea (20% NP/P), que tiene un bajo contenido en biuret y una baja toxicidad. No aplicar más de 20 kg por hectárea, dado que en este estado el cultivo es muy sensible a la fitotoxicidad”, aconsejó Gudel. El investigador enfatizó que el desmalezado del campo con herbicida es necesario para eliminar la competencia de las malezas por la humedad con el trigo, ya que uno de los principales factores en el rendimiento del trigo es el agua. Los cultivos de cobertura pueden considerarse una herramienta para la supresión de malezas. 

Fuente y foto: INTA Marcos Juárez – Córdoba.