Abonos verdes y babosas: cómo encontrar una solución al problema de las plagas invernantes


He aquí un tema que genera un acalorado debate: el abono verde y las babosas. Hay dos bandos: algunos siembran abono verde todos los años, mientras que otros lo dudan: «¡Es un criadero de babosas! ¡Pasan el invierno allí y se comen toda la cosecha!». Entonces, ¿dónde está la verdad?


En primer lugar, para que hablemos el mismo idioma. Los abonos verdes son plantas auxiliares que sembramos no para alimentar, sino para mejorar el suelo. Aflojan el suelo con sus raíces, eliminan las malas hierbas, lo enriquecen con nitrógeno y materia orgánica, y lo tratan contra algunas enfermedades. La mostaza, el centeno, la arveja, la facelia y la colza son nuestros principales aliados verdes. Ahora pasemos al principal «antagonista» de nuestra historia.

¿Invernan las babosas en el abono verde? En climas rigurosos, las babosas suelen morir en invierno, ¡pero! En otoño, ponen huevos en la tierra: nidadas enteras de 20 a 30 bolas transparentes y gelatinosas. Estos huevos hibernan perfectamente en las capas superiores del suelo, bajo cualquier refugio que los proteja de las heladas. Y entonces aparece nuestro abono verde. ¿Qué tenemos en otoño? Una densa y espesa alfombra de vegetación. Para las babosas (o mejor dicho, para sus huevos), esto no es un hogar, ¡sino una manta ideal! Bajo esta alfombra, la tierra se congela mucho menos y más lentamente. Resulta que el abono verde por sí solo no atrae a las babosas durante el invierno, pero crea las condiciones ideales para la conservación de sus huevos. Así que el problema no es que el abono verde atraiga a las babosas, sino que estas preserven a sus crías. 

¿Qué hacer entonces? ¿Tirar el abono verde? No hay necesidad de actuar precipitadamente y rechazar los enormes beneficios del abono verde por miedo a las babosas. Solo hay que gestionar el proceso con prudencia. 

La lucha contra las babosas no es una acción puntual, es una estrategia. Y el abono verde es nuestro aliado, si se usa correctamente. ¡Un sellado oportuno lo es todo! Si las babosas dominan su terreno, no deje el abono verde sin segar hasta la primavera. Esto crea un auténtico hotel de cinco estrellas para las plagas.

Siembre los abonos verdes de invierno (por ejemplo, centeno) a tiempo para que crezcan entre 15 y 20 cm antes de las heladas, pero no los deje en el suelo. Los abonos verdes de primavera (mostaza, phacelia), sembrados en agosto-septiembre, deben segarse y enterrarse antes de la llegada de las heladas estables, pero después de que las babosas hayan terminado su vida activa y puesto huevos. Aproximadamente a finales de octubre o principios de noviembre.

¿Por qué hacer esto? Al desenterrar o cubrir el abono verde, sacamos a la superficie las nidadas de huevos invernantes. Y entonces, no es la suave «manta», sino la intensa helada invernal la que hará todo el trabajo por nosotros y las destruirá. 

Siembre abono verde que no les guste a las babosas. Por ejemplo, ¡la phacelia es una excelente opción! A las babosas no les gustan especialmente sus hojas ligeramente pubescentes. Pero les encanta la delicada mostaza. Esto no significa que deba renunciar a la mostaza, simplemente no se permite dejarla durante el invierno.

Si algo salió mal en otoño, la primavera es el momento de movilizar y aflojar temprano. En cuanto la tierra lo permita, coge una pala. Levantarás los huevos que han pasado el invierno a la superficie, donde serán picoteados por pájaros, comidos por erizos y escarabajos de tierra, o se secarán al sol. Coloca recipientes con cerveza, compota fermentada o jugo por la zona. Las babosas se arrastrarán hacia el olor a fermentación como si fueran a un festín y se ahogarán en el líquido. 

Por tanto, el principal método de control es la incorporación oportuna (a finales de otoño) de abono verde al suelo para congelar las puestas de huevos, así como la elección de phacelia, ya que es menos atractiva para las babosas.

No le temas al abono verde. Es una herramienta poderosa en la agricultura ecológica. Úsalo con prudencia y tu suelo estará vivo y fértil, y las babosas no causarán daños fatales. ¿Cómo lidias con las babosas? ¡Comparte tus trucos en los comentarios! ¡Creemos juntos una base de conocimientos completa!



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