La siembra de maíz en China se ha retrasado porque los agricultores a veces no pueden viajar de la ciudad a sus campos debido al confinamiento.
El país, como saben, se encuentra entre los 3 primeros productores de este cultivo en el mundo. Además, los precios del maíz ya alcanzaron niveles récord y el apoyo del gobierno a la soja podría conducir a una reducción de las cosechas, según Reuters.
En las provincias del noreste de China, el movimiento entre asentamientos está prohibido debido a la introducción de la cuarentena. Además, las medidas más duras se tomaron en la provincia de Jilin, donde el número de casos de COVID-19 aumentó considerablemente a principios de marzo.
A medida que se acerca la fecha de siembra de los cultivos, algunos agricultores siguen varados y cada vez más ansiosos, a pesar de las recientes promesas del gobierno de abordar el problema.
Las entregas de fertilizantes a la región también se vieron interrumpidas debido a las restricciones de transporte. En consecuencia, los agricultores ya se enfrentan a precios récord de agroquímicos y de combustible diésel.
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