Croacia intensifica el sacrificio de cerdos para frenar el avance de la peste porcina africana


Las autoridades croatas ordenan el sacrificio masivo de animales tras la expansión de la peste porcina africana en varias regiones rurales, en medio de tensiones entre productores y funcionarios europeos.


Redacción Mundo Agropecuario

Croacia enfrenta una de las mayores crisis sanitarias en su sector porcino en las últimas décadas. El país se ha visto obligado a sacrificar decenas de miles de cerdos en un intento desesperado por detener la propagación de la peste porcina africana (PPA), una enfermedad viral altamente contagiosa y mortal para los cerdos, aunque inofensiva para los humanos.

El brote, que comenzó en el este del país a mediados de año, se ha extendido rápidamente hacia otras zonas rurales, desatando una ola de preocupación entre productores, veterinarios y autoridades. En respuesta, el gobierno croata ordenó operaciones de sacrificio preventivo y cuarentenas obligatorias, mientras los agricultores denuncian pérdidas económicas devastadoras y la falta de apoyo estatal.

Una enfermedad sin cura que amenaza al sector porcino europeo

La peste porcina africana es causada por un virus resistente y de difícil erradicación, capaz de sobrevivir durante meses en carne, piensos o superficies contaminadas. Desde su aparición en Europa Oriental en 2007, se ha convertido en una pesadilla para la producción porcina del continente, afectando gravemente a Polonia, Hungría, Alemania, Rumania y, más recientemente, Croacia y Serbia.

Los síntomas en los animales incluyen fiebre alta, hemorragias internas y muerte súbita. No existe vacuna ni tratamiento efectivo, por lo que la única estrategia viable es la eliminación de los animales infectados y el control estricto de los movimientos.

Según el Ministerio de Agricultura de Croacia, los brotes detectados se concentran principalmente en las regiones del río Sava y Eslavonia, donde la producción porcina tiene una fuerte importancia económica y cultural. Solo en esta zona, más de 100.000 cerdos podrían verse afectados por las medidas de sacrificio preventivo.

“Una tragedia rural” y un conflicto político

El impacto emocional y económico entre los productores ha sido enorme. Agricultores locales denuncian que el sacrificio de animales sanos y la falta de compensaciones adecuadas los ha dejado al borde de la ruina. Algunos incluso han protagonizado protestas frente a las oficinas gubernamentales, reclamando una revisión del protocolo y una respuesta más equitativa.

“Estamos destruyendo generaciones de trabajo y tradición”, lamentó un ganadero de la región de Vukovar. “Nuestros animales no mostraban síntomas, pero fueron sacrificados igual. Nos sentimos abandonados”.

El conflicto ha escalado hasta el terreno político. Algunos representantes del Parlamento croata han acusado al gobierno de seguir ciegamente las directrices de la Unión Europea sin adaptar las medidas a la realidad del país. La Comisión Europea, por su parte, insiste en que el control estricto es la única manera de evitar la expansión del virus a otros Estados miembros.

Riesgo regional y cooperación internacional

La situación en Croacia preocupa a toda la región balcánica. Las fronteras agrícolas son porosas y los movimientos informales de animales o productos porcinos pueden reintroducir el virus incluso en áreas ya limpiadas.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha instado a reforzar las medidas de bioseguridad en las granjas, especialmente en las pequeñas explotaciones familiares donde el contacto entre cerdos domésticos y jabalíes es frecuente. Estos últimos actúan como reservorios naturales del virus, manteniendo su circulación en el ambiente incluso después de los sacrificios.

Organismos internacionales como la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) colaboran con Croacia para fortalecer la vigilancia epidemiológica y mejorar la trazabilidad de los animales. Sin embargo, advierten que la erradicación podría tardar años y requerir un esfuerzo sostenido de coordinación y educación rural.

Impacto económico y alimentario

La peste porcina africana representa un golpe severo para la economía rural croata. El país, que produce cerca de 900.000 cerdos al año, depende en buena medida de su producción interna para el consumo local y la industria alimentaria. Las pérdidas podrían alcanzar decenas de millones de euros en 2025 si los brotes no se controlan antes del invierno.

El Ministerio de Agricultura ha anunciado fondos de emergencia y compensaciones parciales para los productores afectados, así como incentivos para mejorar las instalaciones de bioseguridad. Sin embargo, las organizaciones rurales consideran que las ayudas son insuficientes y exigen un plan integral de reconstrucción del sector porcino.

El brote también amenaza la reputación de la industria cárnica croata, especialmente la exportación de productos tradicionales como los embutidos de Slavonia. Algunos países europeos han impuesto restricciones temporales a las importaciones de carne de cerdo croata, lo que agrava el impacto comercial.

Un desafío sanitario de largo plazo

Los expertos coinciden en que el control de la peste porcina africana requiere cambios profundos en la gestión rural y la educación veterinaria. La experiencia de otros países europeos muestra que los brotes pueden durar años si no se establecen mecanismos sólidos de bioseguridad y rastreo.

“Cada brote tiene consecuencias duraderas, no solo económicas sino también ecológicas”, advirtió un especialista del Instituto Veterinario de Zagreb. “El virus puede permanecer en el medio ambiente, y basta un solo contacto con fauna silvestre para reiniciar el ciclo”.

Por ahora, Croacia continúa sacrificando animales en las zonas afectadas mientras refuerza los controles de transporte y desinfección en carreteras rurales. Las autoridades insisten en que estas medidas son esenciales para evitar una catástrofe sanitaria a escala nacional.

La situación también pone de relieve la necesidad de invertir en investigación sobre vacunas y diagnósticos rápidos, así como en estrategias que permitan a los pequeños productores adaptarse sin perder su sustento.

Una crisis que redefine la ganadería europea

El caso croata se suma a una larga lista de países europeos que enfrentan la amenaza persistente de la peste porcina africana. Su avance recuerda que los desafíos de la sanidad animal no son solo técnicos, sino también sociales y económicos.

Más allá de los sacrificios, la crisis revela la fragilidad de los sistemas agropecuarios frente a las enfermedades emergentes y subraya la importancia de un enfoque “Una sola salud”, que integre la sanidad animal, humana y ambiental como un todo interdependiente.

Mientras Croacia lucha por contener el brote, la comunidad científica insiste en una advertencia clave: el virus no respeta fronteras ni calendarios. Solo una cooperación regional sostenida podrá evitar que esta crisis se repita una y otra vez en el corazón de Europa.


Referencias

https://phys.org/news/2025-09-croatia-cull-pigs-war-swine.html



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