La remolacha y la zanahoria son cultivos sencillos. En la mayoría de los casos, los jardineros no tienen problemas para cultivarlas. Sin embargo, los principiantes pueden tener preguntas sobre la cosecha. ¿Cuál es el mejor momento para empezar a cosechar tubérculos? ¿Cuáles son los métodos de cosecha y cómo prepararlos para el almacenamiento?
La vida útil de la cosecha, su sabor y su valor nutricional dependen de la puntualidad y precisión de la misma. Analicemos en detalle todas las etapas de la cosecha de remolacha y zanahoria.
¿Cuál es el mejor momento para cosechar zanahorias y remolachas?
El período de cosecha de estos cultivos de raíces depende de varios factores: variedad, condiciones climáticas y región de cultivo.
El mejor momento para cosechar zanahorias
Las zanahorias son un cultivo bastante resistente al frío; soportan con éxito las heladas ligeras de otoño e incluso se vuelven más dulces tras una ligera ola de frío. Sin embargo, una cosecha demasiado tardía o demasiado temprana puede afectar negativamente su conservación en el futuro.
Al planificar la cosecha, es necesario tener en cuenta la variedad y la época de siembra. En primer lugar, se cosechan las zanahorias sembradas antes del invierno, ya que a mediados del verano las raíces ya están maduras. Con la lluvia, pueden agrietarse. Las zanahorias sembradas en verano se cosechan al final, uno o dos días antes de la llegada de las heladas.
Por supuesto, el momento de la cosecha de zanahoria también depende de las características varietales. Existen zanahorias de maduración temprana, de media temporada y tardía. Cada variedad tiene su propio período vegetativo, es decir, el tiempo que la planta necesita para brotar, crecer y madurar.
Las variedades tempranas de zanahoria maduran en 70-90 días. Se cosechan a finales del verano, cuando las raíces maduran. Las zanahorias tempranas tienen una vida útil más corta que las variedades de maduración media y tardía, por lo que suelen consumirse primero o procesarse inmediatamente después de la cosecha. Las variedades de maduración media maduran en 80-110 días y se cosechan entre finales de agosto y principios de septiembre, dependiendo de la época de siembra. Estas variedades son aptas tanto para el procesamiento como para el almacenamiento a largo plazo. Las variedades tardías (con un período de crecimiento de más de 110 días) se cosechan entre septiembre y principios de octubre. Las zanahorias de maduración tardía tienen una estructura densa, se conservan bien y pueden conservarse hasta la siguiente cosecha. Durante el almacenamiento a bajas temperaturas, el sabor de las raíces prácticamente no se deteriora. Las condiciones climáticas son un factor importante: los veranos calurosos aceleran la maduración y los fríos la retrasan. También es necesario considerar la cantidad de precipitaciones: un otoño lluvioso puede provocar el agrietamiento o la pudrición de las zanahorias, por lo que es mejor cosecharlas antes de lluvias prolongadas. En tiempo seco, las hortalizas de raíz acumulan más azúcares, lo que mejora su sabor.
Puedes determinar si las zanahorias están listas para cosechar por sus signos externos. Primero, presta atención a las hojas: las hojas inferiores y centrales de las zanahorias maduras comienzan a amarillear y marchitarse. Si las hojas permanecen verdes, pero crees que los tubérculos ya están maduros, desentierra con cuidado varios ejemplares. Las zanahorias maduras tienen un color intenso característico de la variedad y alcanzan la longitud indicada en el paquete de semillas. Otra señal importante de que las zanahorias están maduras es la presencia de raíces finas y blancas.
Es importante no posponer la cosecha, especialmente si se pronostica lluvia o frío. El exceso de riego puede causar el agrietamiento de las raíces, y las heladas pueden dañar la parte superior de las zanahorias, lo que reducirá su vida útil.
Es hora de cosechar remolachas
La remolacha es más susceptible al frío que la zanahoria, por lo que se cosecha antes. Su tiempo de maduración también depende de la variedad.
Las variedades tempranas (período de maduración de 70 a 80 días) están listas para cosechar ya en agosto y se destinan principalmente a un consumo y procesamiento rápidos. Las variedades de media temporada y tardías (período de vegetación de 90 a 120 días) se cosechan entre septiembre y principios de octubre, siempre antes de las primeras heladas. Incluso una ligera caída de temperatura por debajo de cero grados puede dañar la parte del tubérculo que sobresale del suelo, lo que reduce su vida útil. La madurez de la remolacha se determina por su tamaño: el diámetro del tubérculo suele ser de unos 7 a 10 cm, dependiendo de la variedad.
Además, una señal importante de la madurez de la remolacha es el amarilleo y el secado de las hojas inferiores, así como la aparición de pequeños tubérculos en la superficie del tubérculo. Si el otoño es cálido, las remolachas pueden permanecer más tiempo en el suelo: acumularán azúcares y estarán más sabrosas. Sin embargo, si se pronostica lluvia, es mejor retirarlas antes, ya que el suelo encharcado en otoño puede provocar el agrietamiento y la pudrición de los tubérculos.
Cómo desenterrar correctamente zanahorias y remolachas
La técnica de cosecha de estos tubérculos tiene sus propias particularidades. Es necesario realizar el trabajo con cuidado para no dañarlos al desenterrarlos, ya que de lo contrario no se conservarán bien.
Deje de regar 1 o 2 semanas antes de la cosecha prevista. Esto ayudará a reducir el riesgo de agrietamiento y a prolongar la vida útil del cultivo. Muchos jardineros recomiendan aflojar ligeramente la tierra alrededor de las raíces para facilitar su cosecha.
El mejor momento para cosechar remolachas y zanahorias es un día seco y soleado.
Cosecha de zanahorias
Las zanahorias tienen raíces largas, por lo que suele ser difícil arrancarlas por las puntas: estas suelen romperse y la raíz permanece en la tierra. Para una excavación más cuidadosa, es mejor usar una horca o una pala.
Excave con cuidado la hilera, dejando un poco de espacio entre los tubérculos para no dañarlos. Levante la tierra y retire con cuidado las zanahorias, sujetándolas por las puntas. Sacuda el exceso de tierra. Si queda tierra en los tubérculos, límpiela cuidadosamente con la mano enguantada. No se recomienda golpear los tubérculos entre sí, ya que esto puede dañar su piel. Después de la cosecha, corte inmediatamente las puntas, dejando no más de 1-2 cm.
Cosecha de remolacha
Desenterrar la verdura con un tenedor, procurando no tocar el tubérculo. Arrancarla con cuidado de la tierra por las puntas. Sacudirla para retirar la tierra adherida. No se recomienda lavar la remolacha, al igual que las zanahorias destinadas al almacenamiento, para no dañar su cáscara protectora natural. Al cosecharla, es importante evitar daños mecánicos en los tubérculos, ya que incluso pequeños arañazos o cortes pueden provocar su pudrición. Por lo tanto, no se debe ejercer demasiada fuerza al arrancar las plantas. Si la tierra es demasiado densa, desenterrarla con cuidado para no dañar los tubérculos.
No amontone las zanahorias y remolachas cosechadas ni las amontone con fuerza. Es mejor colocar las hortalizas de raíz en una sola capa sobre una superficie plana durante la cosecha.
Tras desenterrar las hortalizas de raíz, hay que prepararlas para su almacenamiento. Primero, déjalas secar unas horas a la sombra o en un lugar bien ventilado (no al sol, para que no se marchiten). Después, inspecciona cuidadosamente cada zanahoria o remolacha: es mejor usar primero las dañadas o grandes, ya que no se conservan tan bien. Se recomienda dejar solo las hortalizas de raíz enteras para el invierno.
Las zanahorias y remolachas se almacenan en cajas rellenas de arena, turba o serrín. También son adecuadas las bolsas gruesas de polietileno con orificios de ventilación. La temperatura óptima de almacenamiento es de 0 a 2 °C, con una humedad del aire del 90-95 %.
