Esto se descubrió con la ayuda de una nueva prueba de laboratorio, y ahora los apicultores alemanes proponen considerar la adulteración de la miel a tal escala como un fenómeno del crimen organizado.
Así lo informa Marek Worm en el artículo “Biene & Natur”: “Junto con la Asociación Europea de Apicultores Profesionales (EPBA), la Asociación Alemana de Apicultores Profesionales y Comerciales (DBIB) examinó de forma independiente la miel de los supermercados alemanes. Mediante una nueva prueba de laboratorio, los apicultores pudieron identificar 25 de 30 muestras de miel como adulteradas. En 2023, una investigación de la UE clasificó casi la mitad de las muestras de miel como “sospechosas y que no cumplían con las directrices de la UE sobre miel”.
Desde hace más de dos años, los apicultores profesionales en Alemania se enfrentan cada vez más a problemas de ventas. Después de que Estados Unidos restringiera severamente las importaciones de miel, demasiada miel importada terminó en el mercado europeo. Los apicultores alemanes también se vieron obligados a vender su miel a precios bajos.
DBIB sospechaba desde hacía tiempo que esta miel barata estaba adulterada. “Porque nadie en el mundo puede producir un tarro de miel a un precio de venta al público de 1,99 euros (nota del editor: 210 rublos y kopeks rusos) . Incluso en China o India”, afirmó el vicepresidente del DBIB, Bernhard Heuvel.
Es difícil comprobar si la miel está diluida o no. Los métodos convencionales de elaboración de perfiles de azúcar no detectan la miel falsa. «Si busca un jarabe de este tipo en Internet, en los portales correspondientes lo encontrará en muchos colores y sabores, con la garantía de que pasará las pruebas de laboratorio», explica Heuwel.
Sin embargo, la secuenciación del ADN en un laboratorio estonio mostró que el 80 por ciento de las muestras de miel recolectadas estaban adulteradas. En una nueva prueba, el laboratorio examina qué ADN se puede encontrar en la miel. Por ejemplo, si casi no encuentra ADN de las abejas melíferas, es obvio que la miel está adulterada.
DBIB y EPBA ahora quieren contactar a la Comisión Europea y al gobierno con los resultados del laboratorio. Pronto seguirá un documental de televisión. “La falsificación a tan gran escala es crimen organizado. Esto es un delito contra los consumidores, contra las abejas y contra los apicultores comerciales”, subraya Heuvel y pide apoyo para futuras investigaciones de laboratorio y asistencia jurídica.
Fuente: Biene & Natur. Autor: Marek Gusano.