Según el estudio, el cultivo protegido sin suelo tendría impacto directo sobre la calidad y sabor de la frambuesa, dándoles más peso, mejor tamaño y una buena evolución de color y peso durante el almacenamiento en frío.
Las frambuesas tienen un sabor único y valiosos beneficios para la salud, pues son una fuente valiosa de vitaminas, minerales, fibra dietética y compuestos antioxidantes. Pero, al igual que muchos frutos, se han visto afectadas por la escasez de suelo y la sequía, lo que ha llevado a muchos agricultores a abandonar los cultivos. Sin embargo, el cultivo protegido sin suelo, con plantas en maceta, es una alternativa capaz de responder a la escasez de suelo y agua que debe enfrentar esta industria.
Con esta posibilidad en la mano, investigadores del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS) y de la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso-PUCV en el marco del proyecto FONDECYT 1201662, estudiaron de forma comparativa el impacto sobre los atributos relacionados con el sabor de la frambuesa en cultivos tradicionales comparado con el cultivo protegido sin suelo, enfocando la investigación en la calidad y metabolitos relacionados.
El trabajo, titulado “Diferencias en el metabolismo primario relacionadas con la calidad del fruto de frambuesa en condiciones de cultivo en campo abierto y en cultivo protegido sin suelo”, publicado en la revista Frontiers in Plant Science fue liderado por la Dra. Lida Fuentes, de CREAS y la participación de las Dras Claudia Fuentealba y Monika Valdenegro, y el Dr. Juan E. Álvaro de la PUCV, entre otros colaboradores del proyecto. Este estudio estudió cómo los diferentes tipos de cultivo influyen en la calidad y los metabolitos asociados al sabor, azúcares, aminoácidos y ácidos orgánicos, durante la maduración y almacenamiento de la fruta.
Durante la maduración, ambas condiciones de cultivo experimentaron cambios fisiológicos y de calidad típicos. Sin embargo, las frambuesas cultivadas en el sistema sin suelo mostraron un peso significativamente mayor, aunque con un contenido ligeramente menor de sólidos solubles, lo que se relaciona con cambios metabólicos en los azúcares y aminoácidos.
Un panel sensorial especializado detectó variaciones significativas en el dulzor, acidez, color y firmeza de las frutas maduras, subrayando la relevancia de estas diferencias en la experiencia del consumidor. Estos hallazgos ofrecen una nueva perspectiva y una primera aproximación para la aplicación de estrategias de cultivo, particularmente en regiones donde la disponibilidad de suelo y agua es un desafío constante.
Este descubrimiento no solo destaca la versatilidad del sistema de cultivo protegido sin suelo, sino que también sugiere que podría ser una solución eficaz en áreas con limitaciones específicas de recursos, suelos inadecuados y fluctuaciones de temperatura, lo que podría mejorar la sostenibilidad en la producción de frambuesas.