Inoculantes de hongos micorrízicos en el cultivo de nueces: una dirección prometedora en la protección de cultivos valiosos


El cambio climático, acompañado de calor y sequía, está afectando a las regiones donde se cultivan tradicionalmente nueces, lo que dicta la necesidad de encontrar nuevas estrategias para el cultivo de nueces.


Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oporto (FCUP), Portugal, han demostrado que una relación simbiótica entre los hongos y la raíz hace que las castañas comestibles sean más resistentes a los efectos del cambio climático.

“Nuestro estudio, publicado en la revista científica Plant Physiology and Biochemistry, trae buenas noticias para el futuro de la castaña. Si bien se conocen los beneficios de las relaciones simbióticas para aumentar la absorción de agua y nutrientes de las plantas y mitigar el estrés, este es «uno de los primeros estudios que examina» esta estrategia en un ambiente de alta temperatura y privado de agua, dijo la FCUP en un comunicado.

Según la investigadora Philippa Souza, “Después de aproximadamente dos años de trabajo, comprobamos que la presencia de hongos micorrízicos puede aumentar la tolerancia de los castaños jóvenes al estrés hídrico y térmico, modulando diversas respuestas fisiológicas asociadas a la fotosíntesis y a las vías de defensa de las plantas. Para replicar las condiciones de campo, las plantas se expusieron a 42°C durante cuatro horas al día y a condiciones secas durante 21 días. El objetivo del equipo era evaluar reacciones fisiológicas y bioquímicas, así como la actividad fotosintética. En comparación con las plantas no inoculadas con un hongo micorrízico, las plantas micorrízicas (que tienen asociaciones simbióticas entre el hongo y la raíz) cuando se exponen a altas temperaturas y falta de agua pudieron activar mecanismos de defensa y mantener condiciones adecuadas del agua”.

Actualmente, los investigadores también están desarrollando nuevas pruebas para estudiar la eficacia de otra estrategia, el “stress priming”, en los castaños.

“El concepto de ‘stress priming’ se basa en la activación de la memoria de la planta, de modo que, cuando se expone nuevamente a condiciones desfavorables, es capaz de activar antes los mecanismos de defensa”, explica el científico Cristiano Soares.

Para preparar los castaños para condiciones estresantes, los investigadores están evaluando si la exposición previa de ejemplares jóvenes a condiciones moderadamente secas puede estimular mecanismos de memoria que posteriormente conduzcan a «adaptaciones metabólicas y bioquímicas más eficientes».

“Los resultados más recientes muestran que los castaños son, de hecho, capaces de recordar eventos pasados, lo que les permite responder más rápidamente a las condiciones de sequía impuestas”, agrega la investigadora del estudio Fernanda Fidalgo. Los resultados obtenidos en condiciones de laboratorio serán posteriormente probados en el campo.

Fuente: FCUP