ADN antiguo extraído de un núcleo de sedimento de un lago pirenaico de gran altitud en España revela que los humanos podrían haber introducido peces en el lago ya en el siglo VII d. C.
Los hallazgos, publicados en Nature Communications , sugieren que la presencia de peces en el lago Redon era mucho antes de lo que sugería la evidencia histórica y aportan más información sobre el impacto de la actividad humana en estos ecosistemas.
Históricamente, los lagos de alta montaña carecían de peces debido a las barreras naturales , pero documentos históricos comenzaron a registrar la repoblación de peces en lagos de alta montaña europeos durante los siglos XIV y XV d. C. Estos registros detallan principalmente los derechos de pesca y el comercio para lagos específicos, pero no está claro si la práctica de repoblar comenzó antes.
Para investigar, Elena Fagin y sus colegas examinaron un núcleo de sedimento de 30 cm de longitud que abarca 3200 años del lago Redón, en los Pirineos españoles, que actualmente alberga una población de aproximadamente 60 000 truchas comunes. No se conservó ADN de peces en los sedimentos del lago, pero los autores identificaron ADN de parásitos y presas de peces, que utilizaron como indicador de los peces, lo que les permitió investigar su introducción.
Identificaron ADN perteneciente a parásitos de peces ya en el siglo VII d. C., con una señal más consistente a partir del siglo IX d. C., aproximadamente 500 años antes de que los registros históricos documentaran la repoblación de peces en esta zona. Esto coincide con la evidencia de excavaciones arqueológicas cercanas que sugieren que la región se utilizaba como pasto para ovejas en los períodos tardorromano y visigodo.
Los autores sugieren que la población de peces que vivían en el lago se mantuvo constante a pesar de los cambios en la población humana en el área circundante, de lo que los autores infieren que los peces estaban bien establecidos pero podrían haber sido afectados por las tendencias climáticas.
Estos hallazgos demuestran el potencial del ADN antiguo para ayudar a comprender la actividad humana histórica y documentar impactos previamente poco claros de los asentamientos en los ecosistemas de alta montaña.
Más información: Elena Fagín et al., El ADN sedimentario de parásitos revela la introducción de peces en un lago europeo de alta montaña en el siglo VII, Nature Communications (2025). DOI: 10.1038/s41467-025-57801-x
