Los científicos descubren la sorpresa del glifosato


Mientras investigaba cómo los residuos de glifosato y los productos de degradación de herbicidas ingresan al medio ambiente, el equipo descubrió que esto no siempre está asociado con el uso agrícola.


Así lo informa Peter Laufmann en un artículo publicado en la publicación agronómica alemana en línea Agrarheute.com: “El principio activo de los herbicidas, el glifosato, ha sido criticado repetidamente. Una razón es la detección de residuos en alimentos o ecosistemas como el agua. Sin embargo, ha surgido evidencia de que la agricultura no siempre es la causa. Un equipo de científicos dirigido por la química ambiental Carolyn Hong de la Universidad de Tübingen, Alemania, comparó las concentraciones del pesticida y su producto de degradación, el ácido aminometilfosfónico (AMPA), en ríos de Europa y América.

Los investigadores tuvieron acceso a una serie de mediciones de glifosato y AMPA de 73 sitios de medición europeos y 18 estadounidenses. Como resultado, se identificaron modelos completamente diferentes para el origen de los residuos de glifosato y específicamente del ácido aminometilfosfónico.

En los EE. UU., los residuos de glifosato en realidad aparecen exactamente cuando uno esperaría que lo hicieran: en el pico de aplicación en el campo. Pero en Europa se registraron valores elevados en momentos inesperados, desde la primavera hasta el otoño, y no se correlacionaron con otros productos químicos en la agricultura, sino que se asociaron con productos químicos domésticos en las aguas residuales. 

Los científicos explican este patrón de la siguiente manera. El uso de cultivos genéticamente modificados está muy extendido en Estados Unidos. En este contexto se utiliza a menudo el glifosato. 

En la Unión Europea el cultivo se realiza predominantemente sin OGM. Los patrones de medición en Europa apuntan a las aguas residuales como la causa, y aquí es donde entra en juego el AMPA, un producto de degradación del glifosato. Porque el ácido aminometilfosfónico también se encuentra en los detergentes. La sustancia se forma mediante la descomposición de ácidos fosfónicos orgánicos que contienen nitrógeno, como los que se utilizan como ablandadores de agua. Por lo tanto, siempre se deben tener en cuenta los matices al evaluar las mediciones químicas, concluyen los autores. 

Fuente: www.agrarheute.com. Autor: Peter Laufmann.