El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Platina y el Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (CEDENNA), albergado en la Universidad de Santiago de Chile, avanzan en proyecto de innovación tecnológica para detección de agroquímicos en frutas y hortalizas, utilizando nanomateriales.
Santiago, abril de 2022.- El potencial riesgo de los residuos de plaguicidas en productos destinados para el consumo humano, además de las exigentes normativas de control internacional que apuntan a la inocuidad alimentaria, son motivo permanente de análisis y preocupación para la agricultura nacional.
Por esta razón, INIA La Platina y CEDENNA, han firmado un convenio de colaboración para el desarrollo de un proyecto de nanotecnología en la búsqueda de componentes capaces de detectar la presencia de químicos perjudiciales en frutas y hortalizas.
La adjudicación del Fondecyt Carbon Quantum Dots: A Powerful Optical Platform to Sense Pesticides, permitirá desarrollar una metodología para entregar resultados rápidos y a menor costo a productores y exportadores. “En este caso, nanopartículas con propiedades específicas ayudan a identificar la presencia de plaguicidas, determinando si está dentro de los límites máximos aceptados para el consumo humano”, señala Rafael Melo, investigador del Área Nacional de Alimentos del Futuro de INIA.
El trabajo se está desarrollando en la actualidad en el Laboratorio de Residuos de Plaguicidas y Medio Ambiente de INIA la Platina y en las dependencias de CEDENNA, que cuenta con los equipos especializados para caracterizar las nanopartículas que se están utilizando, así como para la fabricación de un sensor que pueda detectar las señales correspondientes. Acorde a lo planificado se deberán entregar los primeros resultados metodológicos durante 2023.
Una segunda etapa, a mediano y largo plazo, está en la elaboración de un prototipo que permita llevar al campo esta tecnología, para la realización de los análisis de plaguicidas en terreno, lo que se espera concretar en los próximos años.
La nanotecnología se abre paso en la agroindustria, con una amplia proyección de soluciones para el cultivo, análisis de alimentos y postcosecha a través de recubrimientos, envases que detectan patógenos o sustancias determinadas, recubrimientos inteligentes y múltiples aplicaciones en el área.