Las microalgas son criaturas diminutas con un enorme potencial económico. No requieren suelo y producen más biomasa que los cultivos agrícolas en el mismo período de tiempo. Las principales áreas de aplicación de las microalgas en la actualidad son los aditivos alimentarios, los productos cosméticos y fitofarmacéuticos, la alimentación animal y los biocombustibles.
Las microalgas crecen rápidamente, absorben nutrientes eficientemente y pueden fijar dióxido de carbono. Esto los hace interesantes para muchas aplicaciones, como la producción sostenible de alimentos y piensos, la reducción de la contaminación y el secuestro de CO₂ para combatir el cambio climático.
Investigadores de Suiza, Dinamarca y Bélgica revisaron e identificaron 146 productos a base de microalgas de 66 fabricantes en Europa, mientras que otras 49 empresas ofrecen servicios de producción de microalgas. Las especies de microalgas más cultivadas en Europa son la espirulina, la clorella y la nannochloropsis.
Los sistemas de cultivo de microalgas preferidos en Europa son los fotobiorreactores, utilizados por el 48% de los productores, seguidos de los sistemas de estanques abiertos (33%) y los fermentadores (16%). El mayor volumen de producción lo constituye la espirulina, con 142 toneladas al año, seguida de la clorella, con 82 toneladas. Alrededor del 71% de los productos de microalgas se utilizan en aditivos alimentarios, cosméticos, agricultura y alimentación animal. En la industria farmacéutica se utilizan proporciones más pequeñas de microalgas (pero con mayor valor de mercado).
En Europa, la producción de microalgas se concentra principalmente en Francia, pero Alemania, España, Portugal, Italia y los Países Bajos también producen volúmenes importantes. En España, las microalgas se cultivan principalmente en sistemas de estanques abiertos, mientras que los biorreactores se utilizan principalmente en Francia, el Reino Unido y los Países Bajos.
Un análisis de mercado reciente predijo un desarrollo positivo de los mercados de microalgas en Europa (tasa de crecimiento anual del 5,8%) y América del Norte (6,6%). Sin embargo, Asia sigue siendo el líder del mercado, con una tasa de crecimiento proyectada del 7,4%, particularmente en los sectores de alimentación animal y acuicultura.
La industria europea de microalgas se enfrenta a diversos desafíos técnicos y logísticos, como los altos costes de producción y los elevados insumos necesarios para el procesamiento de las microalgas. Además, la incertidumbre regulatoria limita el potencial innovador de la industria de las algas, particularmente en lo que respecta a la ingeniería genética y nuevas técnicas como la edición del genoma. Otro factor que frena el sector de las microalgas es la falta de financiación gubernamental y de incentivos financieros para la investigación y el desarrollo.
Para superar estos desafíos, las nuevas electrotecnologías en bioprocesamiento podrían ayudar a encontrar soluciones para reducir el consumo de energía y optimizar el uso de nutrientes y agua. Además, la edición moderna del genoma se puede utilizar para optimizar las cepas de microalgas para que produzcan más de los biocomponentes deseados. Esto acelerará enormemente el crecimiento de la industria de las algas.
En el estudio participaron el Centro suizo de investigación sobre agricultura, nutrición y medio ambiente Agroscope, el Instituto Danés de Tecnología (DTI) y el Instituto de Investigación de Agricultura, Pesca y Alimentación de Flandes (ILVO).
Fuente y foto: Agroscope.
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