Un estudio muestra que las abejas que polinizan mediante zumbido liberan el polen con vibraciones rápidas y mordisqueando


Los abejorros recogen el polen mediante diversos métodos. Algunos tipos de flores, como las plantas de patata, necesitan un tratamiento más duro para que liberen el polen.


por Åsa Malmberg y Marcus Holmqvist, Universidad de Uppsala


En estos casos, la abeja utiliza una técnica llamada “polinización por zumbido”, en la que muerde las anteras de la flor y las sacude.

Charlie Woodrow, investigador postdoctoral del Departamento de Ecología y Genética, ha estudiado en detalle cómo funciona esto y ha realizado nuevos descubrimientos . El trabajo se publica en la revista Current Biology .

“En lugar de extraer el polen directamente de la flor, el abejorro utiliza los músculos del tórax, que utiliza para volar , y los contrae muy rápidamente, lo que hace que la abeja vibre. Al hacerlo, sacude el polen de las flores con una geometría en forma de tubo. La velocidad con la que vibran los músculos y la intensidad de las vibraciones afectan la cantidad de polen que se libera”, dice Woodrow.

Crédito: Universidad de Upsala

Sonido de zumbido intenso

Los abejorros necesitan polen como alimento tanto para ellos mismos como para sus larvas. Durante la polinización por zumbido, emiten un intenso zumbido. En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron cámaras de alta velocidad para ver en detalle cómo sucede esto.

“Recientemente hemos descubierto que estas vibraciones se transmiten desde los músculos del tórax a la cabeza del abejorro y, cuando esto sucede, la cabeza se mueve hacia atrás y hacia delante hasta una aceleración de hasta 400 veces la de la gravedad. Por lo tanto, se trata de movimientos realmente rápidos.

“Al hacer esto, la abeja muerde la flor, lo que permite que el polen se libere con mucha más rapidez que si se lo cepillara con normalidad o si se lo transmitieran vibraciones directamente desde los músculos”.

Más información: Charlie Woodrow et al, Las abejas polinizadoras zumbadoras envían vibraciones torácicas a las flores mediante mordeduras periódicas, Current Biology (2024). DOI: 10.1016/j.cub.2024.07.044