Errores al incubar huevos de gallina.


La incubación de huevos de gallina es el proceso de incubar huevos artificialmente sin la ayuda de una gallina, y este método se usa ampliamente en hogares y granjas para criar pollos. Te contamos en este artículo qué errores se cometen con más frecuencia a la hora de incubar huevos de gallina y cómo evitarlos.


En primer lugar, sobre el proceso en sí, que se lleva a cabo mejor en incubadoras modernas equipadas con fuentes de alimentación automáticas, ya que estas modificaciones realizan con precisión todas las acciones necesarias, como girar los huevos y regular la temperatura y la humedad, lo que afecta significativamente el proceso de incubación.

El proceso de incubación de huevos de gallina suele durar 21 días y consta de varios pasos clave.

Primera etapa (1-7 días)

En esta etapa se sientan las bases para el desarrollo embrionario. Los huevos deben transferirse a una incubadora donde la temperatura se mantenga a +37,6 °C y la humedad sea de al menos el 50%. El giro de los huevos, que puede activarse automáticamente en las incubadoras modernas, es necesario para garantizar un calentamiento uniforme y evitar que los embriones se peguen a la cáscara.

Segunda etapa (8-11 días)

En este momento, el esqueleto del polluelo comienza a formarse. La temperatura en la incubadora generalmente se reduce a +37,5 ° C, la humedad se puede reducir al 55%.

Tercera etapa (12-20 días)

En esta etapa, la temperatura se puede reducir ligeramente a un rango de +37,3 a +37,5 ° C, y la humedad, por el contrario, se proporciona al 70-80%. Este tiempo es crítico para el desarrollo del ave, y es importante asegurar una buena ventilación y una ventilación periódica de la incubadora.

Cuarta etapa (21 días y fines de semana)

Esta es la etapa final cuando los polluelos se preparan para nacer. La temperatura en la incubadora se puede reducir a +37,2 °C y la humedad se puede aumentar al 70-75%. La ventilación debe ser desde arriba; se recomienda ventilar la incubadora dos veces al día. El mecanismo de acoplamiento suele estar desactivado en esta etapa.

Los errores más comunes al incubar huevos de gallina

Hay varios errores que puedes cometer al incubar huevos de gallina que pueden reducir el porcentaje de pollitos sanos. A continuación se detallan los principales errores y las formas de evitarlos.

Preparación inadecuada de la incubadora y los huevos.

Una incubadora defectuosa no es buena por definición. Los sensores de temperatura y humedad defectuosos pueden provocar condiciones de incubación incorrectas. Pruebe la incubadora antes de usarla, calibre los sensores y verifique su funcionamiento periódicamente.

La ausencia o revoluciones raras conducirán al hecho de que sin revoluciones regulares los embriones pueden adherirse a la cáscara y morir. Los huevos se deben voltear regularmente (6-24 veces por día) hasta los últimos tres días de incubación, cuando el embrión debe estar en la posición correcta para eclosionar.

La hipotermia o el sobrecalentamiento de los embriones, así como la humedad inadecuada, provocan la muerte de los embriones. Es necesario mantener la temperatura exacta (+37,6°C al inicio y +37,2°C al final de la incubación) y la humedad (50-55% al ​​principio y 70-75% al ​​final). Verifique y ajuste la configuración con regularidad.

La ventilación insuficiente es peligrosa en la cuarta etapa. Proporcione buena ventilación, especialmente durante los últimos días de incubación. El intercambio de aire debe ser intenso, especialmente en la nacedora.

Recuerde que almacenar los huevos para incubar durante demasiado tiempo o en condiciones inadecuadas definitivamente reducirá la incubabilidad o los polluelos no eclosionarán en absoluto. Almacene los huevos a una temperatura de 10 a 12 °C y una humedad relativa del 75 al 80 % durante no más de 6 días. Evite los cambios bruscos de temperatura. Al transportarlos, asegúrese de que los huevos se entreguen con cuidado y no estén sujetos a fuertes sacudidas o golpes. 

Los huevos sucios o dañados reducirán la incubabilidad. Limpie y desinfecte minuciosamente los huevos antes de colocarlos en la incubadora y utilice un ovoscopio (un dispositivo moderno de examen de contraste) para comprobar si hay defectos internos.

Sin embargo, una desinfección inadecuada puede resultar perjudicial para los embriones. La forma más sencilla en casa es lavar los huevos. Llene un recipiente con agua tibia (temperatura de aproximadamente 40 a 45°C), agregue unas gotas de jabón líquido, limpie suavemente los huevos con un hisopo de algodón o una esponja suave, luego nuevamente con agua tibia limpia y séquelos cuidadosamente con una toalla limpia.