El país está introduciendo una alternativa de pesticidas para el control poscosecha de los gorgojos del maíz y otras plagas de los granos almacenados.
En México, el consumo per cápita de maíz alcanzó casi 200 kg en 2024. Esto resalta la importancia de mantener un suministro de grano sano y de calidad nutracéutica. Sin embargo, se reportan pérdidas de entre el 20 % y el 50 % de la cosecha durante el almacenamiento, siendo el gorgojo ( Sitophilus zeamais Motsch) el principal responsable, así como otras plagas del grano almacenado.
Cuando los insectos se desarrollan dentro de los contenedores de maíz almacenado, secretan y promueven el crecimiento secundario de hongos como el moho verde ( Aspergillius flavus ), un hongo que produce aflatoxinas y que ha sido clasificado por el Instituto Nacional de Cancerología (NCI) y el Instituto Nacional de Salud de México como letal para los mamíferos porque puede causar carcinoma hepatocelular o cáncer.
Se han intentado controlar las plagas del maíz después de la cosecha utilizando polvos orgánicos, pero su eficacia depende de una cobertura adecuada del grano, algo que a menudo no se consigue. También se han sugerido envases sellados, como film transparente o bolsas de vacío, en cuyo caso los productores complementan estos métodos con productos químicos. Con el tiempo, a los agricultores les resultó más fácil comprar un tubo de tabletas de fosfuro de aluminio que usar bolsas especiales.
El fosfuro de aluminio funciona produciendo fosfina, un gas que mata a los insectos a través del tracto respiratorio. Sin embargo, las plagas han desarrollado resistencia y se han tenido que aumentar las dosis, lo que conlleva riesgos para la salud debido a la molécula residual.
En respuesta a la situación descrita anteriormente, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) de México desarrolló la tecnología BIOGRAN, un sistema que produce biometano para el control de plagas poscosecha en granos de maíz almacenados.

Foto: INIFAP.
La máquina de prueba puede procesar 20 kg de grano de maíz a la vez. La tecnología consiste en un sistema de dos contenedores. El primero funciona como espacio para la fermentación de una mezcla de compuestos orgánicos que, al madurar, produce biometano (CH₄). Este gas entra en el segundo contenedor, donde se almacenan los granos de maíz, penetra en el espacio entre los granos y los insectos mueren al inhalarlo.

oto: INIFAP.
Como subproducto de la producción de biometano, se obtiene un biofertilizante que puede utilizarse para la alimentación foliar de cultivos agrícolas. La efectividad del control de insectos es del 100%, y la ventaja es que este gas no genera resistencia en los insectos. Este sistema no deja residuos ni altera el estado físico del grano, por lo que, tras su procesamiento, puede consumirse sin riesgo para la salud. El sistema es eficaz, además de controlar gorgojos, contra barrenadores y polillas. Según sus desarrolladores, tras su escalamiento, se espera que el sistema se convierta en una alternativa para los productores de granos básicos y un sustituto seguro del fosfuro de aluminio.
Fuente y foto: INIFAP.
