Un grupo internacional de investigadores analizó datos de casi 212 mil yeguas.
CONICET/DICYT El caballo criollo argentino es la raza equina más importante del país. Declarada en 2019 como patrimonio cultural nacional por la Cámara de Diputados de la Nación, es sinónimo de fuerza y resistencia, y es característica de la historia ganadera argentina, entre otras cosas, por su alta fertilidad, que va en aumento aún en edades avanzadas. En los últimos 70 años, la raza fue influenciada por otros caballos criollos sudamericanos originarios de Brasil, Chile y Uruguay, por lo que un grupo de investigadores e investigadoras del CONICET en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en colaboración con colegas de la Universidad de Córdoba, España y la Asociación de Criadores de Caballos Criollos (ACCC) de la Argentina, se propuso determinar cómo fue esa influencia genética de individuos foráneos en el desempeño reproductivo de yeguas criollas. Los resultados del inédito trabajo fueron publicados recientemente en la revista científica Livestock Science.
El estudio se basó en el análisis de un gran conjunto de datos genéticos de casi 212 mil yeguas, organizados en conglomerados según su origen genético (nativo o foráneo), y su posterior caracterización. “Hasta donde sabemos, este es el primer informe que analiza la fertilidad de los caballos criollos argentinos desde el punto de vista genético poblacional y que logra estimarla utilizando un enfoque estadístico cuantificando la influencia de las razas foráneas, en base a un gran conjunto de datos fenotípicos”, comenta Sebastián Demyda-Peyrás, investigador del CONICET en la FCV y uno de los autores de la publicación.
Según las y los autores, los resultados demuestran una tendencia positiva hacia la introgresión de linajes foráneos, es decir que estos aportaron mejoras genéticas a la población de criollos argentinos. “Esto nos permite afirmar que, a pesar de que entraron caballos de afuera y de que hubo cruces cerrados y cosanguíneos, el criollo argentino mantiene un nivel muy alto de fertilidad en comparación con otras razas. Por otra parte, demostramos la existencia de una fuente considerable de variabilidad genética en términos de fertilidad en el conjunto de la población criolla argentina, esto quiere decir que hay caballos que son más fértiles que otros”, explica el experto.
Según comenta, uno de los grandes problemas para el estudio genético de caballos es la dificultad de medir la fertilidad en el campo, como se hace con los bovinos y caprinos, por ejemplo. “Nuestro estudio demuestra que el análisis de datos de pedigrí –en el que se recogen todos los nacimientos de la raza– es una herramienta interesante para evaluar la fertilidad de las yeguas de manera indirecta sin tener que contar con datos de campo”, detalla.
Para finalizar, Demyda-Peyrás destaca que este estudio, que es parte fundamental de la tesis doctoral de la becaria del CONICET en la FCV Ayelén Karlau, fue el puntapié inicial del trabajo conjunto que vienen realizando con la ACCC y que tiene un objetivo ambicioso: “poner en valor desde el punto de vista genético, morfológico y funcional al caballo criollo argentino”, subraya.